Lanús estuvo cerca de ganar pero lejos de su buen juego
LEONARDO PELUSO
Lanús anda medio atontado, como lento y sin tantas luces. Juega más al ritmo de un Mario Regueiro discontinuo que de su verdadero faro, Sebastián Blanco. Quilmes, por su lado se anda armando, intenta mucho y concreta poco, corre más de lo que piensa y quizá sea por ello que el arquero Mariano Trípodi cometió un error tremendo en el empate y luego salvó al equipo de la derrota. En este embrollo de medias tintas donde ninguno logró levantar el amperímetro del buen juego y la explosión ofensiva, el partido acabó en un 1 a 1 que les sirve de poco a los dos. Lanús porque tiene mucho más de lo que ofreció y Quilmes porque como recién ascendido son los triunfos los que le dan aire para salir del fondo.
El partido arrancó con ínfulas de grandeza. Ya al minuto de juego llegó Lanús con un corner que no generó jugada de gol, pero insinuó y enseguida otro del local que corrió la misma suerte. Iban 5 minutos cuando el grito se hizo Cervecero. Tras un tiro libre pésimamente tirado por Núñez, el rechazo obligó a Quilmes a volver a jugar y armó una jugada excelente. Pase abierto a un lateral, cambio de frente para la izquierda, enganche para adentro y centro al punto penal donde Jota Morales de anticipo y con un gran cabezazo puso la pelota abajo y al otro palo de Marchesín.
Lanús estaba sorprendido y se empezó a acomodar cuando el arquero de Quilmes le dio una mano grande y le facilitó todas las cosas. Saque del arco frontal y mal pateado. A media altura y cerca de tres cuartos, la pelota le quedó a Salcedo que sin proponérselo tenía la pelota de frente y con solo el arquero de Quilmes enfrente. El rebote se le fue largo al delantero y allí otro error de Trípodi que decidió tarde salir y entonces Salcedo llegó con tiempo y claridad para definir con un toque suave sobre el arquero del doble error. Empate y se venía el bodrio.
El resto del primer tiempo fue olvidable y pobre. Lo mejor de Quilmes estaba en Coronel por su claridad en el medio, en Varela por sus ganas y su vocación ofensiva, pero no le alcanzaba para sumar prestigio y quedarse con otro gol. Lo mejor de Lanús era Regueiro y su tranco cansino y allí también estaba lo peor, porque a ese ritmo de juego el que perdía era Sebastián Blanco. La figura Granate juega a otro ritmo y quedó siempre fuera de foco y sin participar. Sólo cuando asomaba Grana por afuera se advertía algo interesante.
Mas chances que juego
En el segundo tiempo, Lanús mejoró una pizca en el juego. lejos de lo que suele dar, pero lo suficientemente cerca de la posibilidad del segundo gol. Ya Quilmes no tenía tanta seguridad defensiva y por afuera siempre le ganaban las espaldas a Núñez y a Aranguiz. El primero por la falta de retroceso y el segundo porque nunca estuvo bien acompañado por Martínez en defensa. Fue cuando Regueiro salió del amontonamiento y llegó con mucha claridad por izquierda y cuando Lugo por derecha metió un par de buenas corridas punzantes y verticales.
Regueiro con dos zapatazos tremendos que no pudieron con Trípodi en un caso por una gran atajada y en otro porque se fue cerca. También hubo dos apariciones de Salcedo que no concretó por muy poco. Sobre el final de esa etapa también hubo otras dos jugadas claras para Lanús que sin muchas luces era más. Salcedo y Regueiro de nuevo se quedaron secos de gol. Quilmes en tanto se siguió desdibujando y los cambios tampoco ayudaron. Torres le aportó confusión y obligó a Raymonda a retroceder mucho y por eso enseguida entró Roselli. En ese mal juego no hubo jugadas para Quilmes; apenas un frentazo débil de Morales y una volea del mismo jugador que rebotó en la defensa.
Al final fue un empate, pobre y con pocas cosas para contar. Lanús al menos sabe que tiene elementos para cambiar la imagen y jugar mejor. Quilmes mientras tanto sigue siendo una incógnita, un equipo que aun debe buscar su identidad algo que en estas tres fechas sigue siendo un bosquejo y una corta ilusión.
EL URUGUAYO REGUEIRO Y EL CHILENO ARANGUIZ, EN UNA LUCHA FEROZ POR LA PELOTA. POBRE ESPECTACULO EN QUILMES.
el arbitro
Laverni, correcto
Saúl Laverni (6) tuvo una tarde tranquila en el Sur. Bien en los fallos, lejos de las polémicas y sin lugar para las dudas en cada una de sus intervenciones. Para marcar su manera casi canchera de arbitrar, cómo sobrando las situaciones y los gestos. De todas maneras como pitó siempre bien, su manera quedó en segunda plano. Correcto Laverni en su trabajo.
SINTEIS QUILMES-LANUS
“Nos pegaron sin decirnos por qué”
Los operativos que se vienen realizando en la ciudad de Quilmes siempre “dan que hablar”. Ahora los que lo sufrieron fueron los directivos de Lanús, quienes a la salida del partido ante el Cervecero quisieron salir del Centenario por un sector que no era el señalado, la Policía (la tercera de la ciudad) se lo impidió y “hubo palos” para todos. “Nos pegaron sin decirnos el por qué”, contó el presidente del Granate, Nicolás Russo.
“Nos pegaron a dirigentes, ex dirigentes del club, y a algunos periodistas partidarios que vinieron a trabajar a la cancha, sin decirnos el por qué”, comentó con total indignación el titular de Lanús. Luego, Nicolás Russo dijo que la responsabilidad fue solo de la Policía: “Quise hablar con el jefe de operativo, pero no pude hacerlo. Nadie salió a darme una explicación por los golpes y por eso hablé con los medios. Esto se dio por responsabilidad absoluta de la Policía. Quilmes no tiene nada ver”.
UNO POR UNO LANUS
AGUSTIN MARCHESIN (6) nada que hacer en el gol, luego estuvo siempre muy atento y seguro de arriba. Igual lo atacaron poco.
SANTIAGO HOYOS (5) si bien cometió algunas desprolijidades en las salidas y en los cruces, pero en la marca no desentonó.
RODRIGO ERRAMUSPE (5) jugó casi de último hombre y bancó bien a Jota Jota Morales a quien perdió en el gol de cabeza.
LUCIANO BALBI (6) fue el más firme de la defensa y hasta tuvo claridad en las salidas y en los pelotazos largos.
HERNAN GRANA (6) marcó el rumbo por derecha y desde el medio intentó con sus buenas corridas. Le faltó compañía.
AGUSTIN PELLETIERI (5) fue de menor a mayor y cuando se afirmaba en el equipo, se lesionó y lo tuvieron que sacar del campo.
GUIDO PIZARRO (6) desde la mitad de la cancha manejó bien el balón y siempre se la dio limpia a los compañeros. También aportó en la marca.
MAXIMILIANO LUGO (5) no marcó diferencias por su franja. Lo usaron poco y terminó cansado de tanto ir y no recibirla con claridad.
SEBASTIAN BLANCO (5) intentó la individual más de la cuenta y eso no le dio claridad ofensiva al equipo. No sobresalió su magia.
MARIO REGUEIRO (6) podría haber sido la figura de la cancha pero Trípodi le tapó varias apariciones. Tuvo buenos momentos de juego.
SANTIAGO SALCEDO (5) hizo el gol del empare con una gran definición, fue lo mejor y casi lo único del delantero de punta.