OBREROS CHINOS CUENTAN COMO ES ORGANIZARSE A PESAR DE LA PROHIBICIÓN Y LA REPRESIÓN DEL RÉGIMEN,

POR GUSTAVO VERA


Agenda Oculta entrevistó a dos protagonistas de una extensa huelga en la planta Citizen de China. Ellos pusieron como condición para el reportaje no divulgar sus nombres, ni rostros, tampoco de las ONGs que los apoyaron. Aun asi no fue fácil convencerlos. El temor a ser descubiertos y perseguidos por el régimen es notable en un país donde numerosos activistas sindicales están en la cárcel. De ahi la importancia de estos sencillos testimonios casi nunca difundidos.

* por Gustavo Vera. Maestro de grado y titular de la Fundación Alameda.

Hace pocos meses, en Guangdong, al sur de China, una prolongada huelga en la fábrica japonesa Citizen sorprendió a la patronal y a la burocracia del régimen. Desde los días de las revueltas en la plaza Tian'anmen en 1989 que terminó con una masacre y con activistas que aún están presos, no se recuerdan muchos desafios abiertos a las prohibiciones al derecho de huelga, de asociación y de negociaciones colectivas como el que se vió en esa huelga.

La huelga de Citizen marca un precedente
La noticia apenas circulo en las redes sociales y fue inmediatamente censurada por el gobierno que no dudó en enviar un millar de policias (a razón de uno por huelguista) para quebrar la voluntad de lucha. Pese a la represión, la huelga continúo bajo otras formas porque los obreros retornaron a la fábrica pero continuaron la medida de fuerza boicoteando la producción. La firme unión obrera y las grandes perdidas que tuvo la patronal la obligaron a ceder en los reclamos. El hecho parece trivial leído desde fuera de China, pero en un país donde el derecho de huelga, de asociación y de negociación colectiva está prohibido y donde ir a una huelga autoconvocada por fuera del sindicato oficial puede costar la cárcel y el despido, es un extraordinario precedente para los obreros chinos que hasta ahora sólo se animaban a medidas fugaces y clandestinas en las que raramente obtenían sus reivindicaciones. La noticia de la huelga de Citizen recorre de boca en boca las fábricas de China aunque haya sido violentamente silenciada en la prensa nacional e internacional.
Cronologia de la huelga.
La huelga en la fábrica Citizen se originó el 12 de octubre de 2011 cuando los obreros elevaron un petitorio reclamando que se les paguen los 40 minutos de almuerzo, las horas extras en las jornadas de 13 horas, el seguro social a término y más tiempos de descanso. Advirtieron que irían al paro sino tenían respuesta. La patronal ni siquiera se digno a contestar el reclamo, confiada en que los obreros no se animarían a desafiar las prohibiciones del régimen al derecho de huelga y por fuera del sindicato oficial. El 17 de octubre 500 obreros de un total de 1100 se niegan a trabajar y salen a manifestar por las calles y en la puerta de la fábrica (ver foto). A las 48 horas, la totalidad de los 1178 obreros estaba en huelga.

El 20 de octubre la patronal paga un plus salarial por única vez a todos los trabajadores esperanzada en que asi terminaría el conflicto. Pero los obreros cobran el plus y continúan el paro y la movilización por sus otras demandas. Al día siguiente más de un millar de policias son enviados por el gobierno, a razón de uno por huelguista, obligando a los obreros por la fuerza a retornar a la fábrica y a firmar un «acuerdo» para volver al trabajo que solo contemplaba el mísero plus otorgado por la patronal (ver foto). Los obreros suben ese «acuerdo» a las redes sociales y denuncian que están siendo intimidados. La noticia recorrió China y despertó simpatías entre la población, aunque fue rápidamente censurada. En este contexto, los obreros volvieron a la fábrica, pero se negaron a trabajar y la producción siguió paralizada varios días más, hasta que el 6 de noviembre se les propone una negociación colectiva.

Diez representantes son votados en la asamblea de fábrica junto con un profesional designado por ellos para iniciar la paritaria que culmina el 16 de noviembre (ver foto). La patronal además del plus, debe pagar los 40 minutos de almuerzo, las horas extras, otorgar más descansos y garantizar el seguro social para todos. Y los obreros de Citizen no solo habían logrado la mayor parte de sus reclamos, sino que además habian impuesto en la práctica el derecho de huelga, de libre asociación y de negociación paritaria que son todos derechos prohibidos para los obreros y sólo «ejercidos» por la burocracia del sindicato único oficial de esa rama. Pero ya se sabe que los sindicatos oficiales nunca hacen huelga y son fuertes aliados del régimen y se oponen a la autoorganización obrera.

A un año de la huelga, hablan dos protagonistas.
Sobre esta huelga y la situación en general del movimiento obrero en China hablaron un obrero de base y un miembro de una de las pocas ONGs independientes que fomentan la autoorganización obrera. La conversación se produjo en Chiang Mai, en el extremo norte de Tailandia, donde la Alameda fue invitada a una conferencia.
¿Cuál es la situación del movimiento sindical en China?
Activista 1: En realidad no se puede decir que exista un movimiento sindical en China en estos momentos. Hay diferentes luchas que se dan, hay huelgas en muchas fábricas en diferentes provincias, pero no están integradas en lo que se podría llamar un movimiento obrero organizado. El punto clave es que no existe el derecho a organizarse.
¿Qué enseñanzas dejó la huelga en Citizen?
Activista 1: Muchos aprendizajes. Verás, en China los medios están controlados, no hay una verdadera democracia, la vida de la gente está muy controlada, entonces los trabajadores tuvieron que usar diferentes tácticas para pelear por mejores condiciones y salarios. Por ejemplo, las mujeres usaban sus cabelleras para entorpecer las líneas de producción y para alterar los productos. Cuando no se podía ir a la huelga por la intimidación policial, se pasó al boicot de la producción, pero se mantuvo la medida de fuerza.
¿Cómo se prepararon los trabajadores para afrontar esta lucha y para sortear los obstáculos represivos?
Activista 1: Bueno, es un gran desafío. Primero debería explicar un poco la situación y la relación de los trabajadores con los sindicatos. Los trabajadores no confían en el sindicato, no creen que esté al servicio de los trabajadores. Así que tenemos que hacer un trabajo de concientización sobre el rol que debe tener el sindicato, el derecho que les asiste como trabajadores para organizarse en sindicatos para que los obreros aprendan a presionar y exigir a su sindicato. Hay que hacer esta tarea porque la única forma que hay de organizarse es unirse al sindicato, y ganar fuerza colectiva a través de esto. Se trata de cambiar el pensamiento instalado y generar conciencia sobre la importancia de organizarse en torno al sindicato para pelear por sus derechos.
Activista 2: Muchas huelgas actualmente se organizan a nivel de los capataces de planta, no de los trabajadores de base. Los capataces a veces llaman a huelgas, pero en realidad usan a los trabajadores para pelear por mejorar sus salarios (el de ellos mismos, no el de los trabajadores), entonces negocian bajo presión mejoras significativas para ellos y muy bajas para los trabajadores, y después obligan a romper la huelga una vez que alcanzaron aumentos en sus salarios. En resumen, traicionan a los trabajadores. En Citizen se pudo sortear ese obstáculo y eso por la unidad y solidaridad de todos los obreros.
¿Las ONG juegan un papel importante apoyando a los trabajadores cuando quieren ir a la huelga? ¿sufren mucha persecución por ese trabajo?
Activista 1: Las ONGs independientes juegan un papel muy importante. Pero la realidad es que son muy pocas las ONG verdaderamente independientes. Diría que no son más de 50 en todo el país, la mayoría de las ONG tienen algún nivel de vínculo con el gobierno. Las que son independientes, son permanentemente acosadas por el gobierno, por ejemplo yendo a sus oficinas a incautar computadoras, documentos, o haciéndoles saber que están siendo vigiladas permanentemente. A su vez, hay todavía muchos líderes del movimiento obrero que están todavía presos después de los eventos de Tianamen de 1989. Tal vez oyeron hablar sobre el líder obrero que supuestamente se suicidó en el hospital en Junio de este año, este líder estuvo preso por mas de 20 años después de la masacre de Tianamen. Estaba ciego y sordo producto de las torturas que había recibido en los más de 20 años de reclusión y se sabía que no quería «arrepentirse» como lo invitaba el régimen.
Activista 2: Las ONG no pueden entrar a la fábrica, no se les permite acceso directo a los trabajadores en el lugar de trabajo. Tienen que contactarse con ellos en las afueras de la fábrica o en los lugares donde estos viven. También los visitan en el hospital cuando los trabajadores se lesionan o enferman. Antes, cuando teníamos el Centro de capacitación (una ONG desmantelada por el régimen), podíamos encontrarnos con los trabajadores ahí y hacer diferentes actividades, formación en leyes laborales, concientización sobre derechos.
¿Qué papel juegan las redes sociales y la solidaridad internacional cuando hay conflictos en China?
Activista 1: Las redes sociales son muy importantes en este momento, porque los trabajadores son cada vez mas jóvenes, y los jóvenes se relacionan de forma muy cercana y natural con las redes sociales, especialmente desde que estas se pueden manejar desde los teléfonos celulares. Hemos visto huelgas organizadas a través de mensajes de texto y redes sociales. En relación a la solidaridad internacional, algunas ONG internacionales han apoyado por ejemplo acercando los casos a las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), etc.
El principal problema es que el flujo de internet está controlado (hay 10 mil tipos pagos por el gobierno dedicados a espionaje en internet), y entonces es difícil enviar la información en forma directa y debemos contar con intermediarios para sacar la información para divulgación, y eso no es sencillo. Otro limite es el idioma, los trabajadores tienen muchas dificultades para comunicarse con el exterior, por las limitaciones del lenguaje. Y en tercer lugar, para los trabajadores implica un alto riesgo mantener relaciones con medios internacionales o actores de afuera del país, riesgo de perder su trabajo fundamentalmente.Independientemente de todas estas limitaciones, la experiencia de otros países es muy importante para nosotros. La película “La Toma” de Argentina (de Naomi Klein, sobre el proceso de recuperación de fábricas en la Argentina que está subtitulada al chino por ongs de Hong Kong y se difunde entre los obreros de China) fue una gran inspiración para los trabajadores en China, sobre que es posible gestionar la fábrica por si mismos, sin patrón.
Además del conflicto de Citizen, ¿hay un aumento de la conflictividad obrera, o eso fue excepcional?
Activista 1: Es un fenómeno creciente. Un dato importante es que el gobierno central actualmente gasta más dinero en mantener la sociedad controlada y en “armonía”, que en el presupuesto militar.
¿Cómo es el nivel de vida de un obrero? ¿Qué cosas puede satisfacer, que limitaciones tiene?
Activista 1: No es muy bueno. Los salarios que se ganan en China actualmente es el mínimo o en algunas provincias, menos que el mínimo. Casi todos deben trabajar horas extras para llegar a un ingreso razonable. Y al ser casi todos los trabajadores migrantes (internos), el salario está pensado para una sola persona, no para una familia. Entonces cuando los trabajadores quieren formar una familia, hombre y mujer tienen que trabajar para poder mantener la familia.
Por último, ¿Cuál es es el debate que hay entre las ONG respecto a cuales tendría que ser las tácticas para avanzar en la democracia sindical y en la negociación colectiva?
Activista 2: Un factor clave es la educación en derechos. Los trabajadores tienen una cantidad de derechos que desconocen. En segundo lugar, se intenta debatir cuestiones centrales a partir de hechos concretos, por ejemplo, si un trabajador sufre un accidente en el trabajo, problematizan a partir de eso. A través de eso, se intenta llegar a que solo a través de la organización, se pueden resolver los problemas.
Activista 1: El desarrollo de la sociedad ha sido muy rápido en los últimos años. El desalojo forzado y las limitaciones en la libertad de expresión, hacen que sea difícil tener contacto directo con los trabajadores desde las pocas ONGs que hay independientes, entonces se intenta involucrar también a sectores universitarios de cada localidad, para que investigue y apoyen estos procesos de capacitación y organización.
Nuestra presidenta en Argentina destacó al otro día de la multitudinaria movilización del 8N que se había produdico un hecho central, que pasó inadvertido en los medios internacionales, refiriéndose al congreso del Partido Comunista Chino y su nuevo líder. En China muchos burócratas millonarios o aliados a los millonarios debaten el futuro de un país donde los trabajadores que van a la huelga por derechos básicos corren el riesgo del despido y la cárcel. Humildemente agregaríamos que otro hecho importante aunque mucho más inadvertido que ese ocurre bajo las botas de esos burócratas. Es el enorme esfuerzo que comienzan a dar sectores del movimiento obrero chino para abrir paso en la lucha por sus reivindicaciones. La enorme paradoja de este proceso es que generaciones de obreros chinos aprenden de la autogestión obrera, no del partido «comunista» que gobierna, sino viendo clandestinamente una película inspírada en las fábricas recupéradas en la Argentina luego del 2001.

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