A 50 AÑOS DEL PRIMER DETENIDO DESAPARECIDO DE LA HISTORIA CONTEMPORÁNEA ARGENTINA.

Desde la Juventud FORJA de la Ciudad de Buenos Aires le rendimos nuestro homenaje al primer detenido desaparecido de la historia contemporánea argentina.
Felipe Vallese desapareció a los 22 años, en el año 1962. Era obrero metalúrgico y delegado del establecimiento donde trabajaba, la fábrica TEA. Consecuencia casi obvia de ello, militaba en un grupo juvenil de la resistencia peronista.


El 23 de agosto de ese año, junto a un grupo de militantes, fue secuestrado en Capital Federal por un grupo de la Unidad Regional de San Martín. Para entonces, no se pedía zona liberada: simplemente se operaba. Luego del silencio inmediato, la versión sobre la desaparición de Vallese trasciende.


El diario El Mundo publica el 25 de agosto el siguiente artículo, titulado “Como en Chicago”: “Rarísimo el suceso en Flores Norte, que la policía dice ignorar. Frente al 1776 de Canalejas, a las 23.30 del jueves, un hombre fue secuestrado. Desde hacía varios días había autos ‘sospechosos’ en las inmediaciones. Una estanciera gris frente a aquel número, un Chevrolet verde en Canalejas y Donato Alvarez y un Fiat 1100 claro en Trelles y Canalejas. Dentro de ellos, varios hombres y otros en las inmediaciones de los coches. A la hora citada, el automóvil de Donato Alvarez hizo guiños con los focos señalando el avance del hombre. Le respondieron y todos convergieron sobre él. Se le echaron encima y lo golpearon. Y pese a que se aferró con manos y uñas al árbol que está frente al número señalado, lo llevaron a la estanciera gris que partió velozmente, con las puertas abiertas. Los gritos de desesperación que habían comenzado con la agresión poblaban la noche y atrajeron a todos los vecinos que, alarmados, dieron otro tono a la cuadra. Todos corrieron. Algunos quisieron acercarse, un hombre armado, pistola 45 en mano, los detuvo. ‘Esto no es para ustedes, piénsenla si no quieren ligarla.’ Y se tuvieron que ir, viendo, inermes, cómo en plena ciudad se raptaba un hombre”. Junto a Vallese, fueron secuestrados su hermano mayor Italo, Francisco R. Sánchez, Osvaldo Abdala, Elba R. de la Peña, Rosa Salas, Mercedes Cerviño de Adaro, Felipe Vallese (h) de 3 años de edad y dos niñas de 8 y 10 años, hijas de una de las detenidas. Todos fueron sometidos a las consabidas torturas mientras repiqueteaba la pregunta “¿Dónde está Rearte?”. Como la emblemática pregunta “¿Dónde está Tanco?” de la Operación Masacre de 1956, a Vallese lo interrogaban por el militante de la Juventud Peronista Alberto Rearte. Su hermano Italo lo vio destrozado. En la golpiza, Vallese debe haber muerto y su cuerpo ocultado. Felipe Vallese nunca apareció, ni vivo ni muerto.

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