UN MASIVO OPERATIVO EN LANUS Y EN VILLA FIORITO.
Explotaban a treinta mujeres, argentinas y paraguayas. Uno de los locales estaba a menos de cien metros de una comisaría y ahí se secuestraron dos armas con el número limado y 400 gramos de cocaína. “Encargadas” arrestadas.
Por Carlos Rodríguez
Una de las mujeres explotadas, en el momento del allanamiento.
En seis operativos realizados en Lanús y en Villa Fiorito se comprobó el funcionamiento de otros tantos prostíbulos donde eran explotadas sexualmente más de treinta mujeres, algunas de nacionalidad argentina y otras llegadas al país desde el Paraguay. En los procedimientos se produjo la detención de un hombre, aunque en algunos de los casos, además de las víctimas y de algunos clientes, se encontraban presentes tres mujeres que serían las “encargadas” de otros tantos prostíbulos. En el operativo realizado en Villa Fiorito, en una casa de citas ubicada a menos de cien metros de la comisaría 5a de esa localidad del partido de Lomas de Zamora, se encontraron dos armas de fuego con el número de serie limado, un chaleco antibalas que sería del dueño del local, Juan Carlos Mamani Trujillo, quien fue detenido, además de 400 gramos de cocaína.
Los operativos se realizaron a partir de una denuncia presentada por la Fundación La Alameda, que había solicitado la clausura de seis prostíbulos en la zona de Lanús, uno de los cuales todavía no fue allanado. Gustavo Vera, de La Alameda, le dijo a Página/12 que, en principio, serán denunciados por ellos los delitos de “tenencia de armas de guerra y de estupefacientes, infracción a la Ley de Migraciones, porque ninguna de las extranjeras tenía documentación argentina y el posible delito de trata de personas, además de la presencia de menores de edad”.
El primer procedimiento se hizo en 9 de Julio 1329, de Lanús Este, donde los policías interrogaron a una mujer que dijo ser la “recepcionista” del lugar y que podría ser una de las encargadas. En esa lugar, un primer piso, había un cartel en la pared en el cual se detallaban los “descuentos” que se les hacen a los clientes, según el valor del “servicio” que contraten. Si el costo del mismo es de 30 pesos, no hay ningún descuento, pero a partir de los 35 pesos se les descuenta cinco y si el “consumo” es superior a los 50 pesos, la rebaja es de 30 pesos.
Otro cartel les dice a las “señoritas” esclavas sexuales que no tienen permitido llevar el celular cuando realizan un “pase”, es decir cuando van a las habitaciones con un cliente. Las víctimas, al contrario de los clientes, no tienen premio alguno y deben pagar 30 pesos de “multa” si no realizan las tareas de limpieza. El cartel señala los nombres de las chicas y los días que tienen asignados como responsables de esa tarea.
En el prostíbulo de O’Higgins 1966, en Lanús Este, encontraron a nueve mujeres “en situación de prostitución”. Una de ellas, indocumentada, sería menor de edad. En ese lugar, una mujer adulta era la “encargada”, pero no fue detenida. Fue requisada por la policía una mujer que ingresó en medio del procedimiento y que llevaba consigo seis gramos de cocaína. No fue detenida. En el departamento había siete habitaciones precarias con colchones en los pisos para los “pases”. En el lugar fueron encontrados diez clientes que esperaban turno.
Luego se hizo un operativo en Basavilvaso 733, en Gerli. Allí la policía intentó ingresar a la casa rompiendo un candado, pero no pudo hacerlo. Encontraron un cartel que decía: “Nos mudamos a Madariaga 591, esquina Bouchard”. Hasta se daba el número de teléfono: 4241-7739. Los vecinos de ese barrio conocían y habían denunciado varias veces el funcioamiento del prostíbulo, pero recién ahora se hizo el allanamiento. La zona es patrullada en forma habitual por la policía y por una empresa de seguridad contratada por algunos vecinos.
Después le llegó el turno a un departamento de Piñeyro 14, frente a la estación Lanús. La policía allanó luego otro prostíbulo de Aristóbulo del Valle 314, en Lanús Oeste, donde la encargada era una mujer mayor. Allí también había carteles con los “turnos” de atención de las chicas que estaban en el lugar y con los días de “limpieza” que les correspondía a cada una de ellas.
Las “multas” que se aplicaban a las que no cumplían con esa tarea eran de 50 pesos, de lunes a viernes, y de 100 pesos “los fines de semana”. En este sitio, como en la mayoría de los demás, había un circuito cerrado de televisión y de filmación. Se secuestró un cuaderno donde se asentaban números que harían referencia al costo de los servicios sexuales y al tiempo de cada uno de ellos. También se encontró una agenda de “contactos” en las que figuraban números telefónicos de algunos juzgados y de varios abogados, además de los clientes habituales. Como dato curioso: se encontró una cama en un garaje convertido en habitación para “pases”.
El último procedimiento se hizo en Murature 2173, en Villa Fiorito. En ese lugar, las víctimas de explotación sexual fueron desnudadas y requisadas por mujeres policías, según la información obtenida por este diario. Encontraron allí a una joven de nacionalidad paraguaya que tendría 17 años. Ninguna de las extranjeras –había tres, además de tres argentinas– contaba con documentación local, pese a que estarían desde hace dos años en el país.
Una de las chicas contó que cobran 80 pesos por cada “pase” de media hora. Ellas reciben el 50 por ciento de lo que paga el cliente. Se lo entregan recién a la mañana, cuando dejan de “trabajar”. Por supuesto, como en todos lados, les descuentan las “multas”. La chica que habló dijo que se había venido del Paraguay para trabajar como “mesera”, pero luego le ofrecieron ser “señorita”. Dijo que la hacían trabajar de 19 a 7 de la mañana, de martes a domingos. Este lugar se encuentra a cien metros de la comisaría quinta de Fiorito, que tiene su sede en la calle Necol al 200. En este prostíbulo fue detenido el presunto proxeneta. En varios de los lugares hay puertas que se traban desde afuera y ventanas cerradas con candados, lo que indicaría que las chicas son obligadas al encierro.