“No es un caso aislado el del comedor “Los cartoneritos”. Claro que fue brutal porque la policÃa tiró gas pimienta a la comida de un centenar de nenes. Pero es algo que pasa todo el tiempo. Los chicos vuelven de jugar a la pelota, los agarra la policÃa, los sube al patrullero y bajan siempre con dos dientes menos o el tabique roto. Los desaparece unas horas y los devuelve hechos pelota”, dijo a Cosecha Roja Esteban, del Frente Popular DarÃo Santillán. “No hay control sobre la policÃa local si no todo lo contrario”.
Esteban es una de las 15 mil personas que se manifestaron frente a la Municipalidad de Lanús para repudiar el ataque policial al comedor “Los Cartoneritos” de Villa Caraza, donde la policÃa entró con armas a la vista de un centenar de chicos. Pidieron además la renuncia del Secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz. “La última manifestación de estas caracterÃsticas se remonta a 1982, en lo que se llamó “El Lanusazo” y que tuvo como objetivo lograr la derogación del aumento de tasas municipales que hubo durante la dictadura militar”, contó a Cosecha Roja AgustÃn Balladares, consejero de Lanús por el Movimiento Evita.
Los chicos de los comedores y merenderos del distrito marcharon a lo largo de ocho cuadras junto a sus organizadores cantando “Bajen las armas, que aquà sólo hay pibes comiendo”. Hubo también distintas organizaciones sociales y agrupaciones polÃticas como la Confederación de Trabajadores de la EconomÃa Popular (CTEP) que responsabilizó al intendente Néstor Grindetti y el Movimiento de Trabajadores Excluidos. “La marcha fue para pedir la destitución de Diego Kravetz, el jefe del operativo que se llevó delante de manera completamente anticonstitucional, algo que ya es una práctica sistemática del gobierno municipal. Kravetz se cree el jefe de todas las fuerzas de seguridad y trabaja por fuera del estado de derecho. Lo paradójico es que en el distrito desde la asunción de Mauricio Macri se triplicaron la cantidad de merenderos y comedores”, dijo.
Balladares denunció que hace 40 dÃas entraron, con idéntica metodologÃa, a un comedor en Villa Sapito ubicado en Camino General Belgrano. “Con el pretexto de que buscaban un pibe que se habÃa robado una moto, entraron con Diego Kravetz a la cabeza. Ni los chicos ni los cocineros estaban en ese momento y por supuesto, el supuesto fugitivo tampoco”.
Fotos: Facundo Nivolo
Por COSECHA ROJA