Alimentar la mente y el cuerpo

Desde la adolescencia encontré en la actividad física un espacio de diversión y una forma de mantenerme en movimiento, y claro, también mantener mi propia forma. Pasé por varios gimnasios, fui durante años a uno de mi barrio y también a la famosa mega cadena naranja. Me resulta casi imposible recordar todas las disciplinas que probé, pero hice desde tai chi chuan, pilates y yoga, hasta body pump, spinning y clases de baile con coreos, como axé y reggaetón. Aunque ahora esos ritmos ya no se bailan tanto en su momento los disfruté muchísimo, me la banco, ¡vengan de a uno!

Mi relación con el yoga fue intensa, un enamoramiento que duró una larga temporada pero que abandoné cuando cambié de barrio y de provincia. Como todo gran amor, no me olvidé de la sensación de bienestar que me duraba varias horas después de terminar, ni la relajación y el equilibrio que sentía al practicarlo.

Muchas de las personas que se vuelcan a este tipo de actividades coinciden en señalar los beneficios para la salud. Por suerte también desde la medicina tradicional se aconseja. La práctica frecuente además de fortalecer los músculos y mejorar la postura, provoca la conexión de la mente con el cuerpo y baja el nivel de estrés. Por todas esas razones empecé a buscar algún profesor o instituto que me resultaran confiables. Aunque varias veces lo hice por mi cuenta o con videos de Youtube, prefiero ser guiada por una persona con la que pueda interactuar.

Así fue como di con Mariano que es profesor en Palermo Ashvatta Yoga y además, desde hace un año, va todos los domingos al lado del Jardín Japonés para dar clases gratis y al aire libre, una idea que nació para ayudar al grupo de compañeros del instructorado que faltaban, y al que después se sumó mucha gente.

Podés encontrar a Mariano todos los domingos a las 16 en Palermo.

Ayer, que era feriado, nos encontramos en un bar. Me contó que su vínculo con el Yoga se dio cuando vivía en Quequén, una ciudad balnearia de la provincia de Buenos Aires. Comenzó a imitar a una señora del canal Infinito que hacía unos ejercicios a las 7 de la mañana. Todavía no sabía bien de qué se trataba, él era más de la onda del rugby y el surf pero descubrió que le gustaba y sobre todo, que le hacía bien. Era 1999, pasarían varios años y una mudanza hasta arrancar con las clases y después el instructorado.

A Mariano le gusta transmitir sus experiencias porque cree en lo que comunica, lo vivencia. Además es maestro de escuela y fotógrafo, retrata la belleza que lo rodea.

-Gracias al Yoga logré un equilibrio en todo, no sólo en la postura. Las cosas se empiezan a pensar dos veces, se observan desde otro costado. Me sentí más liviano, también metafóricamente. Vivo el presente y trato de hacerlo de la mejor manera, busco lo que quiero y cómo lo quiero. Siento que se expandieron los sentidos, uno toma más conciencia de las cosas que suceden en la naturaleza, los sabores, los olores toman mayor dimensión. Se crean hábitos positivos, me levanto muy temprano con un objetivo, empecé a comer más sano. Del tercer tiempo y del asado, dejé la carne, aunque me sigo juntando con mis amigos.

Grupo de Yoga. Cuando son muchos van más profesores.

Consulté a la Licenciada en Nutrición, Natalia Amengual para que ella, que es especialista en alimentación natural y holística me diera su mirada acerca de la relación del Yoga con la comida, porque me intriga y creo que no tiene que ver con una moda o un cliché, sino que va más allá.

"Somos un todo integrado entre cuerpo, mente, estado emocional, alma y espíritu. Cuando la emoción se desequilibra esto hace que nos abarrotemos de chocolates e hidratos, por ejemplo, entonces el cuerpo se siente mal y la mente empieza a alterar sus pensamientos con emociones negativas. Si comienzo a equilibrar el cuerpo, me siento mejor, cambian mis pensamientos y mis emociones, hasta que el primer viento altere nuevamente el barrilete de las emociones y así se produzca un círculo vicioso. El yoga, la meditación, el canto, la danza, el arte.... y todo lo que tenga que ver con la expresión y la creatividad, son herramientas, aliados que nos ayudan a anclar las emociones, a equilibrarlas, a aprender a habitarlas, a respirarlas, sin que sean nocivas para el resto de nuestro sistema... alinean el cuerpo, la mente, las emociones, el alma y el espíritu. Una vez que estamos alineados, nos es muy sencillo sostener la alimentación saludable, y cuando llegan los vientos de cambios nos podemos amparar en las técnicas milenarias y re-alinearnos. Son amigos del buen vivir".

Buscando esas herramientas y porque siento que necesito volver a sentirme así de plena, es que decidí ir a la clase de Mariano. Me dijo que la del domingo no se suspende por lluvia, salvo que haya una tormenta eléctrica. Me contó que además invita a profesores para dar charlas sobre alimentación, o cantar mantras y que después los que quieran se pueden quedar tomando mate.

Por otra parte leí que Natalia Amengual junto a la profesora Mariana Pinelli invitan a compartir una "Jornada para el Despertar" el domingo 27 de abril, de 10 a 17 hs. ¿En qué consiste? Es un evento que dura siete horas en una casa muy linda de Ramos Mejía. Entre las actividades que proponen, van a hablar sobre alimentación consciente, habrá una guía para armar una huerta propia, y se aprenderá sobre permacultura y sustentabilidad. También habrá meditación al aire libre y se comerá lo que se haya cocinado ahí. Más allá de que no tengo espacio en mi departamento para tener una huerta, me interesó mucho poder aprender a hacer una, y me encanta la idea de disfrutar de la jornada, así que después les cuento cómo me fue con ambas actividades. Si les interesa, se pueden contactar con Marina Pinelli (15-40474956) o por mail a marinaepinelli@yahoo.com.ar

La casa de Ramos Mejía.

Y, para cerrar, les pregunto: ¿hicieron Yoga alguna vez? ¿Cómo fue la experiencia? Yo creo que es una opción pero hay miles que nos pueden cambiar un mal día. Para algunos será correr, para otros, natación, baile, canto, una caminata por el parque. ¿Ustedes qué hacen para sentirse bien?

Me encuentran en kariuenverde@gmail.com

¡Les mando un beso!

Kariu

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