Cosecha Roja-. En agosto de este año, 25 policías fueron condenados por un tribunal brasileño a 624 años de cárcel cada uno. Es por el asesinato de 52 presos. La abogada de los acusados dijo que apelará el fallo. En la práctica, y según las leyes del país, los policías no pasarían más de 30 años tras las rejas. Hoy se cumplen 21 años de la masacre.
La masacre de Carandirú ocurrió en la ciudad de Sao Paulo el 2 de octubre de 1992. La Policía intentó aplacar a tiros un motín en el pabellón nueve de la cárcel más grande de Brasil en esa época. Les dispararon en las celdas y en los pasillos. En total murieron 111 internos.
La sentencia, anunciada por el juez Rodrigo Tellini de Aguirre Camargo, es parte de la segunda etapa del proceso, que ha sido dividido en cuatro. Finalizado todo, 78 agentes se habrán sentado en el banquillo.
Los policías fueron condenados a la pena mínima: doce años por cada asesinato. Según un comunicado del Tribunal de Justicia de Sao Pablo, podrán recurrir en libertad.
En la primera etapa del juicio, en abril de este año, otros 23 policías fueron condenados a la pena mínima por trece asesinatos. Esto es, 156 años de pena para cada uno.
La masacre fue comandada por el coronel Ubiratán Guimarães, a quien en 2001 le habían dado 632 años de cárcel. Cinco años después fue absuelto en una apelación, y lo mataron. “Aqui se faz, aqui se paga” –aquí se hace, aquí se paga-, decían los graffitis en la puerta de su casa.
La película “Carandirú”, del director argentino Héctor Babenco, relata este hecho, el más sangriento de las cárceles brasileñas. Durante el juicio fue proyectada por la acusación. Lo último que se hizo en la cárcel, antes de ser demolida el 9 de diciembre de 2002, fue esta filmación.