El perro que no ladró en el country.

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Debo aclarar que el título no es una alusión al Perro, Horacio Verbitsky. Él ladró, es decir, publicó una noticia, que era perfectamente clara. Había habido un robo – es decir, alguien “con ánimo de lucro, se había apoderado de bienes muebles ajenos empleando fuerza en las cosas para acceder al lugar” – en la casa del candidato Sergio Massa. Nada demasiado extraño en el conurbano bonaerense, ni, la verdad, en el resto del mundo.

H. V. continuaba con la sugestión que Massa lo había ocultado por dos semanas para no echar desprestigio sobre su propia política de seguridad, uno de los puntos fuertes de su campaña. Uno podría creerle o no – los K tenderían a creerlo; los massistas, no – pero hasta ahí, era todo plausible.

Luego las cosas se complicaron, como siempre. No voy a describir todo el asunto; está en todos los medios y sería aburrido, también para mí. Los que no conocen los detalles, o quieren repasarlos, aquí los tienen: La Nación publica los hechos, desde una visión de sesgo pro massista, y un video del robo. Página 12 agrega otros hechos, que inclinan a una interpretación oficialista. En la blogosfera Gerardo Fernández lo explica todo, desde el kirchnerismo, y Omix, desde el massismo ortodoxo.

Por mi parte… volví a recordar una historia muy conocida, que he contado otras veces. En uno de sus casos, Sherlock Holmes le menciona al Dr. Watson la extraña conducta del perro de la casa durante esa noche. El buen doctor dice “Pero Holmes, el perro no hizo nada durante la noche!“. “Esa fue la extraña conducta, Watson“. En este caso, su conducta fue aún más extraña: no hizo nada durante dos semanas.

Para ser claros: desde una mirada superficial, como la mía, se pueden hacer varias hipótesis plausibles: la original de Verbitsky, que se quiso ocultar el robo porque dañaría la imagen de la seguridad tigrense. La nueva oficialista, que postula que Massa trataba de victimizarse y conseguir simpatías. La que sugiere el massismo, una operación de servicios de inteligencia para amedrentarlo y/ apoderarse de información que habría en unos pendrive… Hasta, si uno es imaginativo, puede pensar que se trataba de un robo común.

La cosa es que ninguna de esas hipótesis explica porqué todos los que estaban enterados del asunto – oficialistas, massistas y quizás de alguna otra devoción – lo mantuvieron en silencio durante dos semanas. El único punto en común que encuentro entre todos los personajes, Massa, Berni, Casal, hasta el prefecto acusado… es que todos han sido o son funcionarios del Estado. Pero esa no es una explicación suficiente, no? Dejo a los amables comentaristas que especulen sobre el asunto, si tienen ganas.

Francamente, no es un tema importante. Salvo para los afectados anímicamente, si alguno. Como hecho político, muy probablemente estará olvidado pocos días después de este domingo 11. Ha sucedido así con casos parecidos. Lo menciono aquí porque es parte de la actualidad y, quizás, alimente la polarización visible en los últimos días entre el oficialismo y Massa. Que creo que no lleva a consecuencias favorables, en el corto plazo para el gobierno, y en el mediano para el “challenger”.

Ya que estoy repitiendo citas, termino también con una muy conocida, que se dice es de Napoleón “No atribuyan a la maldad lo que se puede explicar por incompetencia“.

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