Francisco De Narváez, ese que va a dormir a su banca de diputado, el mismo que no presentó en ocho años un proyecto de ley que sea digno de mención (ver este post), sin capacidad de palabra en el recinto ni leyes y con un nivel de ausencias del 50%, aun asà quiere y va por la re-re-re en diputados.
Para más, como vienen las encuestas, el colorado es un "cuarto cómodo".
Este émulo admirador de Menem, representante de las polÃticas que hundieron al paÃs, apuesta a que al paÃs, es decir A TODOS, le vaya mal porque, de esa forma, a él se le darÃan vuelta las encuestas.
Es decir: si la economÃa del paÃs se cae hecha pedazos, él saltará feliz. Ejemplo: si hubiera persistido la falta de harina y el aumento cada vez peor del precio del pan, De Narváez estarÃa feliz. Total, a él no le faltan los dineros como para comprar más que el pan, una panaderÃa, un molino.
Pero el asunto es que el Gobierno Nacional, a través de la SecretarÃa de Comercio Interior, llegó a ACUERDOS, intervino y APARECIÓ LA HARINA y BAJÓ EL PRECIO DE LA HARINA para las panaderÃas. Luego, se corrigió un despropósito que perjudicaba al consumo interno.
Por eso De Narváez se enojó. Tanto se enojó que llamó CAGONES a los empresarios que acordaron con el Gobierno para no perjudicar a toda la población.
Entonces ¿te queda claro de qué lado está De Narváez, no?