Thorpe lanzó su autobiografÃa - Archivo
SYDNEY (DPA y AFP).- De la gloria a la oscuridad. Ese es el camino que puede recorrer un atleta de fama mundial. Ese fue el sendero que transitó Ian Thorpe, el nadador que se lució en los Juegos de Sydney 2000 con cinco medallas doradas, y al año siguiente obtuvo seis oros más en el Mundial de Hobart, además de marcar 13 récords mundiales. Thorpe, que ayer cumplió 30 años, admitió en una entrevista al diario Sydney Morning Herald que sufrió una gran depresión y que hasta cayó en el alcoholismo.
"HabÃa gente responsable a mi alrededor, pero no me hablaban, y muchas cosas no se hicieron por mi interés, sino por el beneficio a corto plazo", dijo Thorpe, en una nota por el lanzamiento de sus memorias: This is Me: The Autobiography (Este soy yo: mi autobiografÃa).
"Eso me costó lo que podrÃa haber sido una carrera larga y exitosa", agregó Thorpe, que culpó a la intromisión de los medios de comunicación y a la expectación elevada de los aficionados y entrenadores por su retiro tan temprano.
Thorpe señaló que nunca les dijo a sus familiares y allegados de su profunda depresión y de su dependencia del alcohol. "Todo el mundo compartÃa mis éxitos sin ver el daño que me estaba haciendo a mà mismo para llegar ahÃ, Realmente no crecà por la natación. No me permità tener aspectos de una vida normal", indicó el que fuera rey de las piscinas, que quiere competir en los mundiales de Barcelona del año próximo, y en los Juegos de la Commonwealth -la Mancomunidad de estados británicos-, en Glasgow, en 2014. Eso, ahora, suena lejano. Pero no tanto si se tiene en cuenta que el nadador aseguró haber estado al borde de quitarse la vida.
"Mi enfermedad era tan severa que en varios momentos llegue a considerar el suicidio", confesó el australiano. "Ni siquiera valoré lugares concretos o un modo preciso de suicidarme, porque siempre daba marcha atrás al darme cuenta de lo ridÃculo que era. ¿Me hubiera suicidado? Después de reflexionar, creo que no, pero todavÃa hoy hay dÃas de mi vida en los que me estremezco", agregó la ex estrella de la natación mundial.
"Me di cuenta de las alegrÃas que les di a los amigos de la natación, a mis familiares, los entrenadores, el público... los australianos se vuelven locos cuando se ganan medallas de oro. Hice feliz a la gente, pero me deprimÃ. Me sentÃa como una foca que actúa en un zoológico", por las múltiples presiones a las que se sentÃa sometido.
Thorpe aseguró que los atletas de elite son propensos a sufrir de depresión: "Tal vez nos sentimos atraÃdos por el deporte, porque el ejercicio nos ayuda. La primera persona a la que la hablé de mi depresión fue otro nadador, porque me di cuenta de que él también sufrÃa". El Thorpedo describió esa enfermedad como "un lugar terriblemente oscuro", pero aseguró que ya está recuperado: "Vivà con ella toda mi vida, y ahora alcancé un punto en el que me siento cómodo reconociéndolo".
Sobre su adicción al alcohol, el australiano contó que en un momento "era la única manera de poder dormir", aunque en su libro aseguró que eso nunca le hizo perderse una sesión de entrenamiento.
En el libro, el nadador también buscó poner fin a los rumores sobre su condición sexual. "Para que conste, no soy gay", declaró, y agregó que le gustarÃa encontrar a una mujer con la cual tener hijos.
Thorpe se habÃa retirado en 2006, a los 24 años, por falta de motivación. Abandonó la universidad, se interesó por la moda y sacó una lÃnea propia de joyas y ropa interior. Intentó convertirse en una personalidad televisiva y se embarcó en varios proyectos empresariales. Tras cuatro años de inactividad, volvió a las piscinas e intentó regresar en Londres, pero no logró clasificarse; ya que no pudo estar dentro de la pileta olÃmpica, acudió como comentarista de la cadena BBC, una participación que le generó un cálido reconocimiento por su elocuencia y los comentarios expertos. Anunció que seguirá nadando y buscará representar nuevamente a Australia. Será, en cierto modo, como empezar de nuevo.
Fuente: La Nacion.