Finalmente, Pablo Albarracín no recibirá la transfusión de sangre por que "la justicia no tiene jurisdicción sobre los actos privados".
La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió anoche que se respete la voluntad de Pablo Albarracini, el joven que está en coma y que por su creencia religiosa como testigo de Jehová se niega a recibir una transfusión de sangre.
La abogada Mariana Gallego, que representa a Jorge Albarracini, padre del joven, que presentó el amparo para que su hijo pueda ser transfundido, dijo que "la Corte otorgá prioridad al principio de reserva de la Constitución Nacional por el cual la Justicia no tiene jurisdicción sobre los actos privados de las personas".
Por otra parte, el Procurador general Luis González Warcalde, en su dictamen de carácter no vinculante, opinó que "la misión de los jueces es preservar el derecho a la vida y por eso consideró que en ese objetivo era necesario seguir las instrucciones de los médicos que contemplaban la transfusión de sangre para Pablo", informó la abogada Gallego.
Horas antes de su fallo, la Corte Suprema le ordenó a sus peritos médicos que le remitan un informe sobre el estado de salud de Pablo Albarracini para contar con más elementos para tomar la decisión de autorizar o no la transfusión de sangre.
Pablo Albarracini, de 38 años, que fue baleado en un robo, tuvo que ser intervenido el viernes pasado ya que presentaba seis hemorragias internas que pudieron ser controladas por los médicos de la Clínica Bazterrica, donde permanece internado desde el incidente.