Leandro se habia marchado por problemas en su casa.

El pibe Leandro Raúl Canosa, se despidió de un amigo, el sábado a la madrugada, después de divertirse en el boliche “Space”, según cuenta la información aparecida en el portal de “Lanús Noticias”, que les fuera suministrada por un amigo del joven de 17 años.

Hasta allí, la presunción de un secuestro que generó una denuncia en tribunales por parte de los padres y la aparición ante cámaras de la afligida madre, cuestión que alteró a los vecinos de Lanús que marcharon a la comisaría primera para exigir una solución, fogoneados por un hombre político que explicó que no asistía como político, sino como padre. Eso no le impidió reclamar a viva voz la presencia del intendente y del subcomisario Adrián Brulc, abocado a la búsqueda del joven. No era otro que el ex Secretario de Gobierno de Quindimil, el Dr. José Luis Bianchi: Si expresión era cierta, ya no es político porque quedó fuera de todo espacio con chances de jugar las internas. Esto no le impide acercarse a criticar por el pibe y por los balcones que cayeron hace poco tiempo.

Más de un centenar de vecinos alterados, no dudaron en criticar el accionar policial. En la madrugada del lunes, cerca de las 2,00 horas, un llamado al 911 alertó sobre la presencia de Leandro en Brasil y la avenida Irigoyen. Los agentes salieron con tanta urgencia debido a lo traumático de la situación, que terminaron chocando en Dr. Melo y Carlos Tejedor con un vehículo particular y estrellándose contra un árbol, saliendo lesionados dos de los cuatro policías. Finalmente, el pibe fue encontrado durmiendo en el lugar señalado. Posteriormente, se pudo saber que había pernoctado en Constitución y en San Telmo, y que su desaparición se debía a una situación conflictiva con su progenitor.

Los padres no sabían como disculparse con el subcomisario y, por supuesto, los agitadores desaparecieron como desaparecieron de las listas políticas, silenciosamente. Antes hubo llamadas al teléfono que publicara la madre, advirtiéndole que “En la DDI de Quilmes no tenían ninguna información del pibe porque, al parecer, no le importaba a nadie su desaparición. Una oficial que dijo llamarse Ferreyra, se comunicó con Delia,  la madre de Leandro, supuestamente desde Quilmes, con la misma historia.

Los agentes lo atribuyen a una movida política para desacreditar al intendente. Lamentablemente, hay que padecer la rotura de uno de los pocos móviles en funcionamiento y las lesiones de cuatro buenos policías por la “travesura” de un menor que, hoy lunes, cumple sus 18 años junto a su familia, después de conmocionar a todo el mundo. No es la primera vez, y no será la última, seguramente. Ojala hubiese resultado de la misma manera con la joven madre Erica Soriano que aún permanece desaparecida y sin pistas confiables de su paradero.

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