Por qué Bin Laden nunca fue asesinado por EE.UU.

LAS PRUEBAS QUE OBAMA NO PUEDE REFUTAR
Por qué Bin Laden nunca fue asesinado por EE.UU.

David Ray Griffin es profesor emérito de teología y filosofía de la religión y ha publicado numerosos libros que ofrecen una visión revisionista de los acontecimientos del 11/S. En ocasión del anuncio de la presunta captura y muerte de Osama Bin Laden, su libro “Osama Bin Laden: ¿Muerto o vivo?” ha tomado inusitada actualidad.

En un artículo, publicado en “Global Reserch” en 2009 y divulgado en la prensa alternativa explica la tesis que sostiene que la muerte del terrorista acaeció hace diez años y que su figura ha sido utilizada para justificar el desvío de fondos de los contribuyentes norteamericanos al complejo industrial militar que ha cooptado la política exterior de los Estados Unidos. Sus críticos lo han acusado de caer en la “teoría de la conspiración”. Diario “El Peso” ha traducido el referido artículo para ponerlo a disposición de sus lectores.

¿Aún está vivo Osama Bin Laden?

Me interesé por esta pregunta en un breve libro reciente titulado “Osama Bin Laden: ¿Muerto o vivo? Este artículo [escrito en octubre 2009] resume los temas principales allí tratados.

Desde la transmisión del poder de la administración de George W. Bush a la de Barack Obama, saber si Bin Laden está muerto o vivo aumentó su importancia. Aún cuando George W. Bush dijera su famosa frase “…Quiero a Osama Bin Laden vivo o muerto”, no hizo nada serio para lograrlo.

Además de manifestar que no fue informado sobre Bin Laden, corroboró lo que afirmamos, enviando a Irak la mayor parte de los recursos militares. Bush podía despreocuparse sobre Bin Laden porque sabía que, además de no tener relación con el 11/9, de todos modos, casi con seguridad que estaba muerto.

No sé qué piensa sobre el tema el presidente Obama ni sus asesores, pero su retórica presupone que Bin Laden era responsable de 11/S y que todavía está vivo. En noviembre de 2008, por ejemplo, el Washington Post dijo: “El Presidente electo Barack Obama; quiere renovar el compromiso de Estados Unidos en la cacería de Osama Bin Laden”. “Ése es nuestro enemigo” dijo un consejero, “y él debe ser nuestro blanco principal”.

En su domicilio de la Casa Blanca, el 27 de marzo de este año (2009), el presidente Obama dijo: “Al Qaeda y sus aliados -los terroristas que planearon y apoyaron los ataques del 11/S- están en Pakistán y Afganistán”. “Múltiples informes de inteligencia han advertido que Al-Qaeda está planeando activamente ataques contra la patria de Estados Unidos desde su seguro asilo en Pakistán”. “Al-Qaeda y sus aliados extremistas se han movido a través de la frontera a áreas remotas de territorio paquistaní”. Esto incluye a la jefatura de Al-Qaeda: Osama Bin Laden y Ayman al-Zawahiri.

Teoría de la conspiración

Obama ha apelado con regularidad a estos informes de inteligencia, que de manera coincidente han sostenido que Bin Laden está oculto en Pakistán, en alguna parte a lo largo de la frontera con Afganistán. Esta afirmación se utilizó para justificar la intensa de la actividad militar de Estados Unidos en Pakistán, con el resultado que la gente ahora habla de la guerra de “Af-Pak”.

Una manera de argumentar en contra de esta guerra es señalar que, si estos expertos de inteligencia ni siquiera saben si Bin Laden está vivo, tampoco pueden saber dónde está y qué está pensando. De seguro hay otros buenos argumentos contra esta guerra. Pero señalar que casi con certeza Bin Laden está muerto, abre una discusión que va al corazón del análisis público razonablemente articulado sobre esta guerra.

Otra manera de argüir contra esta guerra sería señalar que Bin Laden no tuvo nada que hacer con el 11/S. Pero aunque nuestro propio FBI admitió que no tiene ninguna evidencia clara que conecte a Bin Laden con el 11/S, una gran parte grande de la población norteamericana ha sido acondicionada para rechazar cualquier revisionismo de la versión oficial acerca del 11/S.

Como vimos recientemente en ;el affair “Anthony K. Van Jones [Consejero Especial para empleos verdes despedido de la Casa Blanca], se considera impropia para el servicio público a la gente que alguna vez firmó algún documento sugiriendo que la versión oficial del 11/S pudo no estar completamente ajustada a la verdad.

Mi libro sobre Bin Laden está orientado para la gente que, además de asumir que éste era responsable de los ataques del 11/S, también cree que la guerra de Af-Pak se justifica, porque necesitamos evitar que planee otro ataque.

Mucha de esta gente cambiará su opinión sobre la guerra si llega a enterarse de las pruebas convincentes de que este personaje está casi con certeza muerto. Son muchas las pruebas para sostener esta conclusión.

Pruebas objetivas de que Bin Laden está muerto

Las evidencias objetivas incluyen los siguientes hechos:

Primero: hasta el mediodía del 13 de diciembre de 2001, la CIA estuvo interceptando con regularidad mensajes entre Bin Laden y su gente. En aquel momento, sin embargo, los mensajes pararon de manera repentina y la CIA nunca volvió a interceptar otra vez algún mensaje.

Segundo: el 26 de diciembre de 2001, un importante periódico pakistaní publicó una información que afirmaba que Bin Laden había muerto a mediados de diciembre, añadiendo que un miembro prominente del movimiento afgano Talibán, indicó que él mismo había asistido al entierro de Bin Laden y vio su rostro antes del entierro.

Tercero: Bin Laden tenía una enfermedad renal. Lo habían tratado en el hospital norteamericano de Dubai en julio de 2001, oportunidad en que adquirió, dos máquinas de diálisis para llevárselas. Si usted se ha preguntado alguna vez qué hacía Bin Laden durante la noche anterior a los ataques del 11/S, las noticias de CBS divulgaron que recibía tratamiento de diálisis en un hospital de Pakistán. En enero de 2001, el Dr. Sanjay Gupta dijo [observando un vídeo de Bin Laden hecho a finales de noviembre o principios de diciembre de 2001] que éste parecía estar en las últimas etapas de un cuadro de insuficiencia renal.

Cuarto: en julio de 2002, CNN divulgó que habían capturado a los escoltas de Bin Laden en febrero de ese año, añadiendo: “Las fuentes creen que si capturaron a los escoltas lejos de Bin Laden, es probable que el hombre más buscado en el mundo esté muerto”.

Quinto: desde 2001 Estados Unidos ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por información que conduzca a capturar o a matar a Bin Laden. Pero esta oferta de recompensa no ha producido resultados, aunque Pakistán tiene mucha gente en extremo pobre y sólo la mitad muestra su apoyo a Bin Laden.

Pruebas testimoniales de que Bin Laden está muerto

Además de estas evidencias objetivas, recogimos testimonios en 2002, de gente en posición de saber que Bin Laden estaba probablemente muerto, o casi. En la lista de testimonios podemos incluir:

1) El Presidente Musharraf de Pakistán.

2) Dale Watson, jefe de la unidad de contraterrorismo del FBI.

3) Oliver North, quien dijo: “Estoy seguro que Osama está muerto. Y lo está el resto de individuos que permanecían en contacto con él.

4) El Presidente Hamid Karzai de Afganistán.

5) Fuentes del interior de la inteligencia israelí, que dijeron que cualquier nuevo mensaje de Bin Laden era probablemente una falsificación.

6) Fuentes de la inteligencia paquistaní, dieron por confirmada la muerte de Osama Bin Laden y atribuyeron las razones del ocultamiento de la noticia sobre su muerte, al deseo de los halcones de la administración norteamericana de utilizar el miedo a Al-Qaeda y el terrorismo internacional para invadir Irak.

Las historias sobre el fallecimiento de Bin Laden se extinguieron en gran parte a finales de 2002, cuando Estados Unidos arreciaba su ataque contra Irak. Desde entonces hasta la actualidad, hubo pocas de tales historias.

Sin embargo, dos ex oficiales de inteligencia han hablado públicamente. En octubre de 2008, el ex oficial de la CIA Robert Baer sugirió durante una entrevista en la Radio PúblicaNacional, que Bin Laden no estaba más entre los vivos. Cuando le pidieron a Baer precisar esto, dijo: Por supuesto, él está muerto.

En marzo de 2009, el ex oficial del servicio exterior Ángel Codevilla publicó un artículo en el American Spectator titulado “Osama Bin Elvis” Explicando su título, Codevilla escribió: Siete años después de que Bin Laden hiciera su última aparición comprobable en vida, hay más pruebas de la presencia de Elvis entre nosotros que de la suya.

Éste es un excelente artículo. Solamente tiene un defecto serio. En 2007, Benazir Bhutto, siendo entrevistada por David Frost, se refirió a Omar Sheikh como el hombre que asesinó a Osama Bin Laden.

Codevilla citó esta declaración como la evidencia más certera de que Bin Laden estaba muerto. Pero Bhutto tuvo simplemente un lapsus linguae: Ella quiso referirse al hombre que asesinó a Daniel Pearl [periodista de The Wall Street Journal secuestrado y asesinado en Pakistán], Omar Sheikh [alias "Mustafa Muhammad Ahmad”].

El lapsus fue aclarado el día siguiente, cuando la primera ministra le dijo a CNN: No pienso que el general Musharaf sepa personalmente donde está Osama Bin Laden. Diez días después, hablando por NPR, Bhutto divulgó que le preguntó al policía asignado para vigilar su casa. ¿No debe usted buscar a Osama Bin Laden?

Dejando de lado este defecto, el artículo de Codevilla proporciona buen apoyo a la extendida creencia de que un Bin Laden vivo no se sostiene por las pruebas.

¿Y los mensajes de Osama Bin Laden?

Mucha gente, asume que hay muchas pruebas de que Bin Laden está todavía vivo: las docenas de cinta con mensajes de audio y video de Bin Laden que han aparecido desde 2001. Estas cintas proporcionarían buenas pruebas, sólo si son auténticas. El capítulo más largo de mi libro se dedica a responder esta pregunta.

En primer lugar, explico que la tecnología para hacer cintas audio y video falsas, está tan avanzada que incluso los expertos pueden ser engañados. Y aunque la prensa regularmente nos diga que las agencias de inteligencia han autenticado la última cinta de Bin Laden, es virtualmente imposible demostrar que una cinta pueda ser auténtica.

También fue falsificado el vídeo sorpresivo de octubre que apareció el 29 de octubre de 2004, justo a tiempo para ayudar a George W. Bush a conseguir ser reelegido. Una pista de que fue una falsificación, independientemente de su sincronización, fue proporcionada por su lenguaje. Los mensajes reales de Bin Laden estaban saturados de referencias a Alá y al profeta Mahoma. Pero en este vídeo, casi no menciona a Alá y el único Mohammad aludido fue Mohamed Atta.

También, mientras los mensajes indudablemente auténticos de Bin Laden describieron acontecimientos mundanos que por lo menos le permitieron invocar a Alá, el audio de este vídeo de octubre dio una relación puramente secular de acontecimientos, incluso diciéndole a la gente norteamericana: “Su seguridad está en sus propias manos”.

El vídeo más de una falsedad evidente es uno que apareció en 2007. Es idéntico al vídeo de octubre de 2004, salvo que la figura de Bin Laden lucía una barba renegrida, llevándome a llamarlo el vídeo del terrorista Barba Negra.

Aunque los expertos intentaran, con caras serias, explicar por qué Bin Laden pudo haberse teñido la barba, o ponerse una barba falsa, este vídeo fue tratado con más respeto que el merecido por otro de YouTube que mostraba a un actor que llevaba una barba muy larga y muy negra, mientras decía:

“Hola, tanto tiempo sin vernos. Soy yo, Osama Bin Laden. Y este [mensaje] no se confundirá con el anuncio publicitario de tintura de pelo sólo para hombres. Hago este vídeo para probarle al mundo que todavía vivo”.

Este vídeo es muy divertido. Pero no hay, por supuesto, nada divertido en el hecho de que los vídeos falsificados de Bin Laden se hayan utilizado y todavía se sigan utilizando, para justificar la guerra de Af-Pak, que continúa matando a centenares de docenas. Personas inocentes, incluyendo mujeres y niños.

Conclusión: si mi libro, mostrando que Bin Laden ha estado probablemente muerto hace tiempo, puede ayudar a acortar esta guerra, el texto responde a su propósito principal. Otra cuestión principal, a la que dedico todo un capítulo, es que estas falsificaciones de cintas de Bin Laden parecen ser simplemente una porción de una extensa operación de propaganda.

La inteligencia militar de Estados Unidos estaría utilizando ilegalmente fondos provenientes de los impuestos para hacer propaganda ante el público norteamericano con el objetivo de fomentar la militarización de Estados Unidos y de su política exterior.

Espero que mi libro estimule el movimiento por la verdad del 11/S, junto con el movimiento pacifista en general, para tomar con más fuerza la tarea de exponer este esfuerzo de propaganda, que devora cada vez una porción mayor de nuestros fondos de contribuyentes.

Prof. David Ray Griffin

 

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