Arranca la temporada electoral.

Lucía Corpacci y Eduardo Brizuela del Moral, los dos candidatos con chances en la elección de hoy.

Imagen: Télam

Es la primera elección del 2011. La disputa está planteada entre el actual mandatario radical, Eduardo Brizuela del Moral, que busca su re-reelección, y la kirchnerista Lucía Corpacci. Ambos se ajudican el triunfo. También se votan intendentes y legisladores locales.

Por Sebastian Abrevaya

Desde Catamarca

A diferencia de años anteriores, la elección a gobernador de Catamarca que se realizará hoy tiene un final abierto en el que los dos principales candidatos se adjudican triunfo –ajustado– y no se sabe quién será el ganador. El favorito sigue siendo el actual gobernador y candidato a la rereelección por el Frente Cívico y Social, Eduardo Brizuela del Moral, aunque la senadora kirchnerista Lucía Corpacci realizó una campaña que en los últimos meses le permitió acortar una gran brecha que la separaba del mandatario radical. “Hay que esperar”, repiten los dirigentes más cautos de uno y otro lado. Este domingo podría convertirse en el final de los 20 años de hegemonía del FCyS y el inicio de un 2011 con la mejor noticia para el kirchnerismo a nivel nacional o el principio de un nuevo mandato radical que dejará a la UCR más cerca de completar un cuarto de siglo en el poder.

A pesar de la ansiedad política frente a un escenario cerrado, la siesta catamarqueña arrasó ayer con cualquier resto de actividad que pudiera agitar las desoladas calles de la capital provincial. Un poco más de 250 mil personas están en condiciones de votar hoy y casi el 50 por ciento de la población está concentrada en San Fernando del Valle de Catamarca, donde quedó depositada toda la expectativa. A pesar de que representa menos del uno por ciento del padrón nacional, los comicios de hoy ganaron volumen político por tratarse de la primera elección y por las características de sus competidores: una alianza radical contra una alianza kirchnerista.

Con la posibilidad de reelección indefinida que le otorga la Constitución, el gobernador se entusiasma con la idea de completar 12 años en el poder. “Vamos a gobernar por 20 años más, les guste o no les guste”, había dicho la semana pasada, aunque inmediatamente tuvo que salir a aclarar que este sería su último turno. En la última semana, producto de cierta debilidad que le marcaron las encuestas, el mandatario provincial se vio obligado a revertir su actitud habitual. Participó de programas radiales, moderó su discurso, prometió cambios en el gabinete e intensificó el clientelismo.

Al 82 por ciento móvil otorgado por decreto para los jubilados provinciales se le sumó un aumento salarial para los trabajadores estatales contratados, que se cobraría con el sueldo de marzo, en abril. Además, en escuelas como las de la ciudad de Santa María, se citó a los padres de los alumnos a una reunión con el objetivo de darle una “ayuda económica” para útiles e indumentaria. Eso sí, la reunión será recién el martes, después de la elección.

Desde el FpV cuestionaban incluso la actitud de la Justicia electoral, acusada de responder al Ejecutivo. “El juez es ahora el presidente del PJ”, se quejó con ironía un hombre del peronismo catamarqueño luego de que el magistrado Raúl Guillermo Cerdá rechazara un pedido del PJ para retirar su lista de candidatos. Lo cierto es que después de acordar con el kirchnerismo, los candidatos del peronismo orgánico intentaron bajar su lista, lo que fue rechazado por la Justicia. Entonces el PJ decidió no imprimir las boletas, pero fuentes del partido revelaron que es el FCyS el que se está encargando de imprimirlas y fiscalizar su presencia en el cuarto oscuro.

Del otro lado, Corpacci aprovechó al máximo su vínculo familiar con Cristina Fernández, por lejos la dirigente nacional con mejor imagen. Corpacci es la esposa de Angel Mercado, sobrino del ex cuñado de Néstor Kirchner, Armando “Bombón” Mercado. Fue vicegobernadora de Brizuela entre 2007 y 2009, cuando luego de fracasar la Concertación Plural dejó el cargo para ocupar una banca en el Senado nacional. Arrancó su campaña con más de 20 puntos de distancia con el gobernador, que fue achicando hasta declararse “empatada” con el radicalismo. Su estrategia fue, a diferencia de Brizuela, nacionalizar la elección y emparentarse con el proceso de recuperación económica y política iniciado en 2003.

Tercera lejos quedó la hermana del gastronómico Luis Barrionuevo, Liliana Barrionuevo. Su postulación resuena como un intento de perjudicar las chances de la otra candidata peronista, más que una pretensión genuina de llegar a la gobernación.

Las mineras, el tema ausente

Lejos de la agenda ambientalista instalada a nivel nacional por la sanción de la ley de protección de glaciares del año pasado, ninguno de los candidatos con chances de llegar o seguir en el poder se animó o quiso tocar durante la campaña el tema de la minería a cielo abierto y sus consecuencias negativas para la sociedad catamarqueña. Las regalías mineras son el principal ingreso del Estado local, aunque la actividad en sí no es una gran generadora de empleo. La principal fuente de trabajo es entonces el empleo público, financiado con los fondos que recauda el Ejecutivo de mega emprendimientos como Bajo La Alumbrera, yacimiento de cobre y oro. A pesar de que no se cuestiona en la provincia la actividad minera en general, el gobernador Brizuela del Moral sí sufrió las críticas por la “falta de trabajo genuino”; es decir, independiente del aparato estatal, y salió a prometer durante la campaña modificaciones en este punto. Los partidos minoritarios, como Proyecto Sur y el Partido Obrero, fueron los únicos que remarcaron la necesidad de cambiar el paradigma de la explotación minera en la provincia, incluso con la participación de sus máximos referentes, Fernando “Pino” Solanas y Jorge Altamira.

 

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