La conductora de televisión Mirtha Legrand relató hoy cómo fue su encuentro con el represor Alfredo Astiz durante de la dictadura y aseguró que cayó en "una trampa", después de un nuevo cruce con el actor Federico Luppi.
En su programa de este jueves, Mirtha Legrand recordó un episodio que había guardado durante décadas, ocurrido en los años 70, cuando conoció a Astiz -según afirmó- en una confitería ubicada al lado de su casa, en la ciudad de Buenos Aires.
Ese día, la dueña del local celebraba su cumpleaños y la diva de los almuerzos había concurrido junto a su hermana y una amiga, según contó Legrand, horas después de un nuevo duelo verbal con Luppi, que la tildó de "gorila".
La conductora dijo que, en ese contexto, Astiz se le acercó, la saludó y justo en ese momento apareció un fotógrafo que registró la escena: "Lo que yo pienso hasta el día de hoy es que caí en una trampa", remarcó.
"Es un un episodio que muy poca gente conoce", afirmó Legrand, que indicó que el encargado de su edificio le insistió diciéndole que la dueña de la confitería ubicada al lado de su casa -en la Avenida Del Libertador- quería que fuera a su cumpleaños.
La "Chiqui" recordó que invitó a su hermana y a una amiga para no ir sola, y que se sentaron al lado de una ventana sobre la vereda. Legrand continuó con su relato diciendo que se sorprendió al verlo al represor Emilio Eduardo Massera sentado junto a su mujer en otro sector del salón.
Es más, dijo que le preguntó a su hermana si efectivamente se trataba del integrante de la Junta Militar que tomó por asalto el Poder en 1976 tras un golpe de Estado.
"Qué hacen acá, qué raro", aseguró Legrand que comentó en ese momento, y agregó que después supo que la dueña del local era conocida del abogado Pedro Bianchi, que "defendía a gente de la dictadura, pero no tenía ninguna vinculación".
Y acerca de su encuentro con el ex capitán de fragata de la Armada Argentina, indicó: "Miro así y veo que avanza Astiz. Le digo a mi hermana, ´me parece que el que viene es Astiz` y mi hermana me dice, ´Sí, es Astiz´. Yo lo miro, se acerca y me dice, ´¿Cómo está señora Legrand?´ Le digo, ´¿usted es Astiz, no?´ Me dice, ´Sí´. Me da la mano".
"Yo instintivamente esa cosa que hago, le doy la mano. No recuerdo bien, creo que la retiro posteriormente", contó Legrand, que agregó que Astiz le comentó que era "un gran admirador" de ella: "La admiro muchísimo", le dijo el "Ángel Rubio", según relató la conductora en su programa de América TV.
"´Ah sí´, le digo y me quedo mirándolo, en silencio. Entonces él me dice, ´Me parece que es conveniente que me retire´. ´Sí, creo que es lo mejor´, le digo yo. Y se va", recordó Legrand, que insistió en que cayó en "una trampa" porque junto cuando Astiz la saludó apareció un fotógrafo para registrarlo.
Y la revista Gente publicó esa foto, indicó la conductora, que señaló que tras su encuentro con Astiz decidió marcharse del lugar junto con su hermana y amiga.
"Pasó hace mucho tiempo, y nunca lo conté", manifestó Legrand, que insistió en que se trataba de "la verdad" sobre cómo habían sucedido los hechos.
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