Independiente se desahogó

Venció por 1-0 a Gimnasia en Avellaneda con gol de Galeano y obtuvo su primer triunfo, en el debut de la dupla Pavoni-Sá. El Lobo sigue en Promoción.

PorWALDEMAR IGLESIAS

GRITO. Galeano corre y festeja su gol, el que abrió el camino de Independiente.Ampliar

GRITO. Galeano corre y festeja su gol, el que abrió el camino de Independiente.

Con casi nada consiguió algo por lo que hizo poco y nada en todo el partido, y que no había conseguido en las primeras siete fechas: ganar. Eso describe lo que logró Independiente tras el 1 a 0 a un Gimnasia que no mereció irse sin nada porque fue el que más lo buscó. Pero que el partido no tape el bosque porque el fondo de la cuestión sigue siendo el mismo para ambos: el Rojo sigue inmerso en una profunda crisis a pesar de su primer triunfo del campeonato y el Lobo tendrá que cambiar mucho para no sufrir con el promedio como en las últimas dos temporadas.

El partido demostró el presente de ambos. El rendimiento mostró que no es casual que el conjunto plantense pene en el fondo de la tabla y con el promedio (lleva disputadas las últimas dos Promociones consecutivas) y que Independiente se quedó sin entrenador tras el 0-4 de Banfield y la renuncia de Daniel Garnero.

Sorprendió un poco el conservador esquema que la dupla Pavoni- Sá mostró de arranque. Definitivamente fue un equipo de emergencia. Pero no era cualquier partido y el clima que se vivía por Avellaneda. En la previa, la sentencia de la gente tuvo un solo apuntado: el presidente Julio Comparada, que fue insultado por todo el estadio (que estaba en un 60 % de su capacidad). No hubo cantos para Garnero, Menotti, ni Gallego, los protagonistas de la semana.

Pero cuando comenzó a rodar la pelota, los señalados por el público quedaron en el pasado y el partido se llevó la atención e hizo olvidar el malestar. Llego pocó Independiente. Sólo dos claras a lo largo de los primeros 45 minutos. Avisó Silvera con un cabezazo que exigió a Sessa y a los 28, Galeano recibió un centro en el área, hizo pasar de largo a Frazzotti y con una notable definición marcó el único gol del partido. Tan raro está todo en el Rojo que el juvenil es el goleador en el Apertura con tres.

Ni siquiera con la ventaja el local asumió el rol protagónico. Y Gimnasia, lejos de ser brillante, le planteó el partido que le convenía con la tenencia de pelota como estandarte. Pero los dirigidos por Diego Cocca mostraron que la primavera de goles ante Huracán no fue más que eso, ya que les faltó peso ofensivo y no es casualidad que se fueron con el marcador en cero en siete de sus ocho partidos.

En lo individual, Independiente mostró algo interesente en cada una de sus líneas: la seguridad de Navarro en el arco, la corrección de Galeano, los 20 minutos de Battión (se fue lesionado) y lo inquietante que fue Andrés Silvera. Por el lado de los platenses, sólo se rescata algún pase de Rinaudo, y destellos de Encina.

El complemento tuvo su primera situación clara a los 11 minutos, cuando otra vez Galeano tuvo el gol en sus pies, pero estrelló su remate en el travesaño. La visita fue con más ganas que fútbol y no sólo tuvo chances de empatar sino que mereció quedarse con al menos un punto. Cocca (a quien los hinchas insultaron y le exigieron la renuncie) mandó a la cancha a Lucas Castro por Rinaudo y el delantero fue quien más peligro llevó al arco defendido correctamente por Navarro, desperdició dos chances claras sobre el final.

El final fue una postal: Independiente sólo miraba el reloj y Gimnasia se debatía contra sus propias limitaciones. Los gritos de la tribuna local sobre el final no hacen otra cosa que mostrar lo importante que era este partido. Pero que el triunfo, no tape el bosque...

Fuente: clarin.com

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