Lo leà en varios sitios, pero preferà enlazar la noticia desde un medio israelà que se publica en español. Un blog respetable debe tratar de verificar sus fuentes (aunque no siempre pueda). Dice asÃ:
“El primer ministro (de Israel), BiniamÃn Netanyahu, manifestó que Adolfo Hitler no tenÃa inicialmente intenciones de masacrar a los judÃos de Europa; pero cambió de idea a raÃz de la insistencia del lÃder árabe palestino de aquel momento, el Muftà de Jerusalén, Haj Amin al Husseini.
Netanyahu realizó esas declaraciones en el 37 Congreso Sionista Mundial, en Jerusalén, con el objetivo de ilustrar la predisposición de los palestinos a usar los lugares santos de Jerusalén como pretexto para perpetrar actos de violencia contra los judÃos“. (completo aquÃ)
Como dije, esto apareció (brevemente) en muchos medios, algunos de los más prestigiosos – como N.Y.Times, The Guardian – ya le pegaron a Bibi, y – seamos francos – no es el primer ni el último polÃtico que lanza mentiras absurdas para explotar los prejuicios de su público (Justamente, se dice que Herr Adolf hacÃa eso mismo). Pero me motivó a hacer algunas reflexiones. Además, sirve para distraernos, por un momento, de la larguÃsima campaña electoral que ya concluye.
Ante todo, me parece necesario decir que Bibi Netanhayu no es un imbécil ni un loco. Es un polÃtico astuto, y tiene muy claro que para sus votantes – los judÃos de la diáspora no participan en las elecciones israelÃes – las matanzas de judÃos hechas por los nazis son un hecho horrible en la memoria colectiva, y muy sensible emocionalmente, pero lejano. En cambio, los atentados con bombas, con cuchillos o con piedras ejecutados por palestinos, de los que sus medios les informan todos los dÃas, se sienten muy cercanos, y despiertan odio y rabia inmediatos.
Peor aún, o más profundo, la existencia de los palestinos, como pueblo ocupado y sin derechos, que reclama el mismo territorio que los judÃos israelÃes sienten suyo, es vivido por muchos de ellos – votantes de Netanhayu o de otros partidos ultranacionalistas – como un hecho insoportable, que amenaza su seguridad y hasta su identidad. Una minorÃa árabe dentro de Israel puede ser aceptable. Un pueblo distinto – que recuerda el establecimiento del Estado de Israel y el éxodo palestino como “Al Nakba”, “la catástrofe”, con un rechazo similar al que los judÃos sienten por el Holocausto…
Entonces, Bibi y los que piensan como él tienen razones para demonizar a los palestinos. Los comentarios que pueden leerse en la noticia que enlazo sirven para mostrar, si hiciera falta, que esa prédica tiene éxito en muchos israelÃes.
Igual, en mi opinión, esta actitud táctica es un profundo error estratégico. Que indica que la actual dirigencia israelà ha perdido el contacto con el clima de opinión en el mundo, y en particular en el Atlántico Norte, donde están sus aliados. El rechazo a Hitler y al nazismo fue el consenso – más o menos sincero, pero unánime – en torno al cual se construyó después de la 2° Guerra la unidad de la Europa Occidental y su alianza con los EE.UU. Más aún, es el punto en el que podÃan ponerse de acuerdo – también, con mayor o menor hipocresÃa – con la Unión Soviética y con sus Estados sucesores. Especialmente con el más importante, Rusia.
Para el resto del mundo no occidental el nazismo y la lucha contra él no tiene una carga emocional significativa. Pero el enloquecido racismo del austrÃaco y su fantasÃa de una Raza Superior aria basta para alienar a asiáticos y africanos. Entonces, al presentar a Hitler como “impulsado” a exterminar a los judÃos por las palabras de un nacionalista palestino, Netanhayu está atacando las bases del discurso del sionismo moderno. Este episodio será olvidado pronto, estimo, pero el daño… comunicacional está hecho.
Como siempre, me interesa extraer de la polÃtica internacional una moraleja para nosotros, los argentinos. los suramericanso. Ésta es muy obvia: la polÃtica exterior de un paÃs es demasiado importante, y delicada, para permitir que sea influida por las necesidades polÃticas internas del momento.
Fuente: El blog de Abel