PARTICIPÓ EN LAS TORTURAS DE LA DICTADURA (1976 - 1983)
Argentina condena a cadena perpetua a Christian Von Wernich, 'el cura del diablo'
- Von Wernich, de 69 años, era por entonces capellán de la policÃa bonaerense
- Es un emblema de la complicidad de la Iglesia católica con la dictadura
- VestÃa sotana en las cárceles y abroncaba a los torturados
- La jerarquÃa católica insiste en que actuó 'bajo su propia responsabilidad'
Von Wernich, el 'cura del diablo', se ajusta el alzacuellos durante el juicio. (Foto: AP)
JUAN IGNACIO IRIGARAY
BUENOS AIRES.- Al sacerdote católico argentino Christian Von Wernich le llamaban 'el cura del diablo' en los campos de la muerte de la dictadura militar argentina, de 1976 a 1983. Este martes, 30 años después, fue condenado a cadena perpetua por haber perpetrado delitos de lesa humanidad durante su actuación en la 'guerra sucia' junto a los verdugos.
Von Wernich, de 69 años, era por entonces capellán de la policÃa bonaerense que comandaba el general Ramón Camps -apodado 'el carnicero de Buenos Aires' por jactarse de eliminar a 5.000 opositores y guerrilleros-.
El cura recorrÃa los centros de torturas y, bajo apariencias de prestar consuelo espiritual a los detenidos, en verdad les arrancaba delaciones.
El tribunal oral federal uno de la ciudad de La Plata lo juzgó y el martes por la tarde (martes por la noche en España) dictó su fallo condenatorio: cadena perpetua por hallarlo responsable, en calidad de partÃcipe necesario, de siete casos de homicidios de otros tantos prisioneros polÃticos, de 42 de secuestros y de 31 de torturas.
Un juicio oral y público contra un religioso
Por primera vez en América Latina se realizó un juicio oral y público contra un religioso acusado de graves violaciones a los derechos humanos. Y no resulta extraño que sea en Argentina pues aquà la Iglesia católica, imbuida de integrismo fundamentalista en los años 70, bendijo los crÃmenes del terrorismo de Estado.
Un grupo de las Madre de Plaza de Mayo celebra el veredicto en la sala. (Foto: AFP)
Varios sobrevivientes de los campos de concentración 'Arana', 'Puesto Vasco', 'Pozo de Quilmes', 'Coti MartÃnez', 'ComisarÃa 5ª' que aseguraron haber sufrido allà sus interrogatorios,recordaron en las audiencias ante el tribunal que Von Wernich los interrogaba al igual que los militares y policÃas.
Como si encarnara a un cruzado en la lucha contra el mal, Von Wernich en vez de uniforme vestÃa sotana dentro de las mazmorras y abroncaba a los prisioneros durante las sesiones de tormentos, sin perder nunca la sonrisa socarrona que hasta ahora suele caracterizar su rostro.
"Tienen que pagar por sus actos contra la patria. Ustedes le han mucho daño al paÃs. El dolor es una forma de redimir el mal que hay en uno. Tienen que abrazar su cruz, asà como Jesús, por otros motivos. Porque el mal se cura con castigo", bramaba el sacerdote, según sus vÃctimas, quienes sufrÃan la laceración de sus cuerpos.
Siete estudiantes de secundaria torturados y asesinados
La matanza por la que todo el peso de la ley recayó sobre el religioso fue la de siete jóvenesestudiantes de secundaria en la Ciudad de La Plata. Ellos eran Domingo Moncalvillo, MarÃa del Carmen Morettini, Cecilia Idiart, MarÃa Mainer, Pablo Mainer, Liliana Galarza y Nilda Salomone.
Todos estaban en manos de la policÃa de Camps y, tras ser torturados salvajemente, Von Wernich les ayudó en la conversión mediante su singular asistencia espiritual. A la vezextorsionaba a los padres exigiendo dinero con el 'cuento' de que obtendrÃa un salvoconducto hacia el extranjero para sus hijos.
Después de un año de cautiverio, hubo una cena de despedida a los siete jóvenes en la Brigada de Investigaciones y Von Wernich los bendijo. Por la madrugada fueron sacados con la excusa de ir al aeropuerto bonaerense de Ezeiza pero nunca llegaron. En el camino fusilaron al grupo y Von Wernich volvió con la camisa manchada de sangre.
Sin duda este cura es el mayor sÃmbolo de la complicidad entre la Iglesia católica y la dictadura argentina. Pero no es el único caso: los vicarios castrenses designados por el Vaticano Adolfo Tortolo y Victorio BonamÃn predicaban que Argentina debÃa "purificarse en un Jordán de sangre".
Y la cúpula episcopal consintió como forma 'cristiana' de eliminación los 'vuelos de la muerte', o sea arrojar a los presos polÃticos, vivos y dopados, al Atlántico desde aviones militares.
AlegrÃa por la decisión
Por su parte, el Gobierno argentino y algunos organismos humanitarios destacaron el "fallo histórico" de los tribunales, informa Efe.
El secretario de Derechos Humanos de Argentina, Eduardo Luis Duhalde, consideró que se trata de "un fallo histórico ajustado a derecho" y dijo que ahora espera "que sigan los demás juicios hasta condenar a todos los responsables" por los crÃmenes del régimen de facto.
La jerarquÃa eclesiástica del paÃs austral también se ha pronunciado acerca del veredicto. En un comunicado de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal, los obispos reiteraron que "si algún miembro de la Iglesia hubiera avalado con su recomendación o complicidad algunos de estos hechos de represión, habrÃa actuado bajo su responsabilidad personal". "La iglesia en Argentina está conmovida por el dolor que nos causa la participación de un sacerdote en delitos gravÃsimos, según la sentencia del Tribunal Federal número 1 de la ciudad bonaerense de La Plata", aseguró.
Fuente: elmundo.es