El puntero del torneo de ascenso se vio favorecido por el paupérrimo desempeño del árbitro para alzarse con los tres puntos frente a San Martín de Tucumán. El partido culminó con un escándalo por incidentes entre la policía y los jugadores.(foto)
Como local, venció a San Martín de Tucumán por 2-1, en un partido que terminó con una pelea entre jugadores visitantes y la policía.
Iban 43 minutos de un partido caliente en Rafaela, cuando Carignano picó la pelota por sobre el arquero visitante y puso el 2 a 1, con el que Atlético de Rafaela revalidaba su condición de lider. Ese lujo, sin embargo, desató un escándalo en pleno campo de juego.
Los jugadores de San Martín de Tucumán, desenfrenados, arremetieron contra el primer asistente, Mariano Belinco, protestando un fuera de juego del delantero -estaba habilitado- pero se encontraron con una respuesta inesperada: la policía, lejos de mantener el orden, agredió a Daniel Ledesma -recibió un bastonazo y le tuvieron que dar seis puntos de sutura en la cabeza- jugador de San Martín de Tucumán y todo se volvió una batalla campal, con un saldo de tres policías heridos (en la boca y la nariz) y dos jugadores expulsados: Miguel Fernández y Daniel Pereira, de la visita.
Pero antes de ese minuto fatal, el incendio se había gestado en el primer tiempo, con dos jugadas polémicas: primero, tras un error del arquero local, Bovaglio cortó con la mano una jugada con destino de gol para los tucumanos, pero el árbitro -Fernando Echenique- lo ignoró. Y a los pocos minutos, le anularon mal un gol a Ibañez.
Con este antecedente, la temperatura de todo San Martín fue subiendo, hasta que estalló en el final, con su entrenador, Carlos Roldán, también expulsado.
Tras el partido, aún conmocionado por el golpe, Ledesma relató el episodio: "Me pegaron cobardemente, desde atrás, con un bastonazo de la policía" y agregó que "la nuestra fue una reacción ante las injusticias que estábamos viviendo, porque en esta cancha siempre favorecen a Rafaela".
Luego del escándalo, se labró un acta administrativa que estará a disposición de la Justicia, aunque las acusaciones son cruzadas: la policía denunció a los jugadores que los agredieron y el futbolista, a las autoridades que le produjeron el corte en su cabeza. Los dirigentes de ambos clubes, en tanto, no quisieron hablar del escándalo.
En lo futbolístico, San Martín había logrado la ventaja a los 9 minutos del complemento, con un gol de Miguel Fernández. Pero Bovaglio empató, tras un tiro de esquina, a los 31. Hasta que apareció Carignano con su gol y todo se volvió una vergüenza.