El Sub 17 lo dio vuelta y festejó

La Argentina perdía 2-0 con Perú, pero se repuso y ganó 4-2, con goles de Paredes, Ocampos, Ferreira y Pugh

 

FotosLos juveniles argentinos debutaron con una sonrisa frente a los peruanos | Gentileza AFA

LATACUNGA, Ecuador (Especial).- Después de unos primeros minutos para el olvido, la Argentina dio vuelta el marcador con una tarea y producción destacada. Así de cambiante. El seleccionado argentino Sub 17, en el debut en el Sudamericano, se impuso por 4-2 sobre Perú, con una interesante actuación de Brian Ferreira, la figura del encuentro.

De las dudas de los primeros minutos a la convicción ganadora del final. El equipo dirigido por Oscar Garré supo cambiar a tiempo, tras ir en desventaja en el primer capítulo. Lo logró con una dosis de buen fútbol; como debe ser para dar el primer paso en la jornada inaugural del Sudamericano de la categoría que se llevará a cabo en Ecuador hasta el 9 de abril próximo y que será clasificatorio para la Copa del Mundo México 2011.

El estadio La Cocha de Latacunga fue testigo de cómo Raziel García abría la cuenta a los 4 minutos. Sin embargo, las cosas se pusieron difíciles para los peruanos debido a la expulsión de Miguel Araujo, a los 24, justo en el momento en que la Argentina tuvo varias situaciones de peligro a través de las arremetidas de Leandro Paredes. Pero con un hombre menos, Perú aumentó con un contraataque que fue capitalizado por Andy Polo. Paredes puso el descuento de penal para los albicelestes antes del entretiempo.

El segundo capítulo fue diferente. Corrió más y jugó mejor el seleccionado argentino. Rápidamente, Lucas Ocampos, a los 7, anotó la igualdad, después de un centro de Ferreira. Aunque a los pocos minutos perdió a Marcos Pinto, expulsado por doble amonestación. Había que dar vuelta la historia. Y con esa misión se lanzó en ofensiva Ferreira, quien con doble enganche puso al equipo arriba en el marcador. Perú no podía más. Lucas Pugh, de derecha, convirtió un golazo en el final. No había lugar para más. Fue 4 a 2.

La Argentina ganó bien. Con susto en el comienzo. Con buen fútbol y definiciones de lujo en el final. Aplaudido de pie por todo el banco de suplentes, que un rato antes estaba dominado por la incertidumbre y el silencio.

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