Legislatura bonaerense: las ausencias del oficialismo postergaron la reforma penal de Scioli

El bloque oficialista en la Cámara baja bonaerense intentó aprobar en la sesión de esta tarde el límite a las excarcelaciones propuesto por el gobernador, pero las ausencias de legisladores de la propia bancada no le permitieron alcanzar los dos tercios necesarios para tratar el proyecto sin dictamen de comisión, a pesar del apoyo de Unión Pro y del felipismo. Ahora, la aprobación se demoraría otros quince días.

 

La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires fue escenario esta tarde de una sesión caliente, en la que si bien no se aprobaron proyectos resonantes, el oficialismo tuvo un extraño error de estrategia y dejó pasar la chance de aprobar de una buena vez la reforma penal que Daniel Scioli envió en noviembre del año pasado.
Es que el bloque oficialista que encabeza Raúl Pérez eligió hoy un camino destinado a perder. Días atrás, se había acordado con la oposición que el proyecto que limita las excarcelaciones en territorio bonaerense pasaría por tres comisiones de trabajo de la Cámara antes de llegar al recinto para su tratamiento.
Sin embargo, los sciolistas estaban envalentonados por el encuentro con fines explicativos que el ministro de Justicia, Ricardo Casal, tuvo ayer en la Cámara con los presidentes de los distintos bloques, que le hicieron preguntas y en general se fueron conformes.
Entonces el oficialismo creyó que eso bastaba para que la oposición levantara las manos en la sesión de hoy y el proyecto pudiera ser tratado y aprobado sobre tablas, esto quiere decir, sin pasar por las comisiones como se había acordado.
Pero para tratar un proyecto sobre tablas, se necesitan los dos tercios de los presentes en el recinto al momento de votar. Y fue allí en donde al oficialismo no le dieron los números.
Pese a que la UCR y el Gen se opusieron a tratar el proyecto sin dictamen de comisión –además del rechazo de la Coalición Cívica-, el apoyo del bloque de 15 legisladores de Unión Pro y de los 4 del felipismo le garantizaba al oficialismo al momento de iniciar la sesión alcanzar los dos tercios, siempre y cuando lograra sentar al menos a 34 de los 37 diputados que componen su bancada.
Pero extrañamente faltaron 5 diputados del oficialismo y Raúl Pérez tuvo que abandonar la estrategia y resignarse a que el proyecto quede postergado. Más tarde, durante el tratamiento de otra norma, el diputado por La Plata se encargó de pasar factura de manera sutil a sus compañeros de bloque.
El apuro jugó en contra
La estrategia oficialista fue aún más llamativa puesto que la reforma penal de Scioli ya contaba con los votos necesarios para ser aprobada, una vez que pasara por las comisiones.
Este medio explicó que el proyecto, que cuenta con media sanción del Senado, a pesar de ser calificado como “inocuo y marketinero” por el grueso de la oposición, cuenta con la venia de los bloques de la UCR, Unión Pro y el Gen, además del cobismo y el felipismo, lo que le permite a la bancada oficialista contar con una mayoría abrumadora para aprobarlo sin complicaciones.
Sólo el bloque de la Coalición Cívica, de 11 diputados, ya manifestó que rechazará la norma pase lo que pase, por lo que sobre un total de 92 legisladores, 81 votarían a favor del límite a las excarcelaciones
La postergación
El consuelo que logró el bloque oficialista se dio por un reflejo de Raúl Pérez que, contando nuevamente con el apoyo de Unión Pro y el bloque felipista a los que se sumó el cobismo, logró a través de la aprobación de una moción de preferencia que el proyecto pueda ser tratado en la próxima sesión con o sin dictamen de comisión.
Esto significa que, pase o no el proyecto por las comisiones como se había acordado, en la próxima sesión –que se realizaría dentro de dos semanas-, podrá ser tratado y esta vez no necesitará de los dos tercios para ello, sino de la mayoría simple, es decir, de 47 diputados sobre el total de 92.
Esta moción también generó polémica y cruces en el recinto entre Pérez y los presidentes de los bloques de la UCR y el Gen, Ricardo Jano y Jaime Linares, respectivamente, ya que los opositores pusieron en duda que el oficialismo hubiera alcanzado los votos necesarios para aprobarla.
Es que el voto electrónico aún no llegó a la Cámara baja bonaerense y el levantamiento de manos es un método que se presta tanto a las especulaciones del oficialismo como a las chicanas de la oposición.

 

Fuente: La politia online.com

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