Autor: Christian Alonso
Con un gran primer tiempo, Lanús le ganó el Clásico a Banfield en Lomas de Zamora y seguirá siendo el único líder de la Zona 2 al final de la jornada. Pablo Mouche, tras un grosero error defensivo de Soto, y el Pepe Sand, luego de un buen contrataque, sentenciaron el 2-0 definitivo. Santiago Silva y Claudio Pérez se fueron expulsados en el Taladro.
Había que jugarlo así. Muchas veces se dice que esta clase de partidos se debe ganar como sea y bajo cualquier costo. Bueno, ahí lo tiene caballero: Destape una cerveza, acomódese bien en el sillón y disfrute de cómo juegan al fútbol los muchachos de Jorge Almirón.
El Granate salió a jugarlo como una final. Si el chico Almirón no tuvo ningún problema en tirarse a trabar con la cabeza. Si el experimentado Marcone no tuvo inconveniente alguno en dejar alma, corazón y vida en cada pelota. Si el Laucha Acosta lo jugó como lo hubiese jugado usted si vistiera la casaca granate, aunque sea por cinco minutos. Y si el Pepe Sand, el goleador del elenco y también del campeonato, no se achicó y sacó a relucir su chapa ofensiva.
Lanús volvió a ganar categóricamente de visitante. Lo hizo en el Clásico del Sur y demostró que está para grandes cosas. El Granate es puntero, juega bien, gana bien y mira a todos desde arriba. Si bien tuvo momentos dudosos antes de convertir el segundo tanto, no pasó demasiados sobresaltos en Peña y Arenales y demostró por qué está en lo más alto de la Zona 2.La expulsión de Santiago Silva -y también los goles que se erró-, sumado al codazo que pegó Chiqui Pérez terminaron de sacar del partido al Taladro, que sufrió las consecuencias del excelente momento que vive el Granate. Al gran pueblo argentino, Lanús.
Fuente: Engranados.com.ar