El Trump que crece

 

Imparable-Trump

Como los habituales saben, en este blog insisto que no podemos perder de vista lo que está pasando en el resto del mundo, o no vamos a entender lo que nos pasará a nosotros. Claro, después yo me engancho tanto en nuestras internas como cualquiera.

Eso sí, sobre la campaña de Donald Trump para la presidencia de EE.UU. acerqué información aquí y aquí. Mi evaluación se mantiene: el Partido Republicano no tiene, ni ahora ni en la elección pasada, una estrategia para ganar. Pero su candidato este 8 de noviembre va a ser -casi con certeza- el Donald. Ahí no hay una estrategia, sino un fenómeno social… sorprendente.

Entonces, les resumo una buena nota periodística de hoy de Paula Lugones. Corrijo algún dato equivocado, lo evalúo contra la favorita, Hillary, y les comento a qué fenómeno socio electoral nuestro lo encuentro parecido. En los próximos días, me temo, voy a tener ocasión de ampliar.

Sólo un milagro podrá evitar que el polémico Donald Trump se consagre, contra todos los pronósticos iniciales, como aspirante opositor para reemplazar a Barack Obama. El magnate volvió a ganar de manera arrolladora en Nevada, su tercera victoria consecutiva, y el camino a convertirse en el candidato republicano a la Casa Blanca aparece cada vez más despejado.

Trump obtuvo el 45,9% de los votos en los “caucus” de Nevada, mientras que su más inmediato rival, el senador Marco Rubio, cosechó 23,9% y el tercero, el senador Ted Cruz, sumaba 21,4%. Un electorado hambriento por colocar a un “outsider” político, o un candidato anti–sistema en la Casa Blanca, le dio al magnate su tercera victoria consecutiva –tras ganar en New Hampshire y Carolina del Sur– y su carrera para la nominación parece imparable.

Con una retórica sencilla, directa, efusiva y también xenófoba y políticamente incorrecta, el multimillonario parece colmar la ansiedad de los votantes respecto de la marcha del país, en economía, terrorismo e inmigración ilegal. Paradójicamente, Trump arrasó también entre el electorado hispano. El 46% de los republicanos registrados votó por él, pese a que el magnate, al comienzo de su campaña, había dicho que los mexicanos inmigrantes eran “violadores” y “narcotraficantes”. En su discurso triunfal de anoche, Trump reivindicó el voto latino y ratificó su plan de construir un muro en la frontera para frenar la inmigración. “Y México va a pagar la construcción”.

(La cifra es cierta, pero muy engañosa. Vean aquí: En todo EE.UU., el 62 % de los votantes “hispanos” apoyan a los Demócratas, y el 36 % se define como Republicano. En Nevada, sólo el 8 % de los republicanos que votan en su primaria son hispanos. Poco representativa la muestra).

Con el triunfo de anoche, Trump no sólo ganó muchos delegados, sino que se posiciona con comodidad para la cita más importante: el “supermartes” del 1 de marzo, donde se vota en 13 estados. Y según las encuestas, Trump es favorito en la mayoría de los Estados del “supermartes”. A Marco Rubio, su inmediato rival, le quedaría muy poco tiempo para poder ganar en alguno de esos Estados y convertirse en una real alternativa al magnate, que por su discurso anti–sistema causa escozor en el establishment del partido. Todo es posible, pero es poco tiempo para torcer el rumbo, salvo que ocurra algun escándalo que sacuda la campaña.

“Hace unos meses no nos esperábamos ganar aquí y ahora estamos ganando el país”, dijo Trump en su discurso del triunfo. En verdad, cuando el magnate inmobiliario lanzó su candidatura, nadie esperaba que pudiera durar más que algunas semanas pero su apoyo crece cada día y se afianza en todo el espectro demográfico e ideológico: ganó entre los hombres por 24 puntos, entre las mujeres por 18, entre los jóvenes y los ancianos. Triunfó entre los que se describen como “muy conservadores”, pero también “moderados”. Además, recibió el apoyo de la mitad de los graduados universitarios republicanos, pero también de los sectores menos educados, cuando al inicio sólo parecía un fenómeno de las clases más desfavorecidas que estaban encantadas con el magnate que aparece en televisión“.

A no marearse: La favorita sigue siendo Hillary. Ella es la candidata del Establishment, de los sindicatos y también de las minorías negra e “hispana” (que no son tan minorías, sumadas). Pero hay que reconocer que Mrs. Clinton tiene algunas vulnerabilidades y, lo más problemático para un candidato, no tiene carisma. (Y Obama hasta ahora no la ha apoyado mucho, que digamos). Si continúa la “ola” Trump, como hasta ahora -si continúa- hay un riesgo.

Ah, y dónde me recuerda algo esto? Un parecido muy lejano, eh. No es en Macri -nada que ver-, ni tampoco en un Uribe. El candidato, la sociedad y el electorado que lo votaría son muy distintos… pero como fenómeno electoral, y cierto estilo irresponsable, me hacen pensar en Menem.

Fuente:  elblogdeabel

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