Menganno tiene escuela de superhéroes en Lanus

POR JUAN CARLOS DIEZ

Les enseña a los chicos a ser buenos vecinos. En su Web se anotaron 700.

CON ROPA Y TODO. MENGANNO RECORRE LAS CALLES DE LANÚS EN MOTO CON SU TRAJE AZUL DE SUPERHÉROE Y NO SE SACA EL CASCO PARA PRESERVAR SU IDENTIDAD. DE LAS CLASES PARTICIPA UN ENFERMERO QUE DA PRIMEROS AUXILIOS Y UN BOMBERO QUE LES EXPLICA A LOS CHICOS A PREVENIR INCENDIOS. LOS CURSOS DE DOS DÍAS LOS DA EN LA MENGANNOCUEVA.

Tarde de sol en la plaza de Villa Obrera, en Lanús Este. Los pibes van a la calesita, juegan o se tientan con un helado de palito. De golpe, como una ráfaga de color azul, una moto se acerca rauda . Es el Capitán Menganno a bordo de su mengannomóvil. Otros motociclistas lo miran y lo saludan, los más chicos le sonríen: todos parecen estar viviendo por unos minutos dentro de un cómic. Menganno, mezcla de robocop, luchador de troupe de catch y personaje intergaláctico en 3D, detiene su vehículo en la puerta de su mengannocueva (en Pergamino 1493) y saluda a todos. “Acá es un personaje conocido y querido porque es bueno”, apuntala el almacenero Carlos Garro.

Hoy Menganno da uno de sus cursos de dos días para los más chicos. “En dos días se reciben de superhéroes . Les enseño a ser buenos vecinos, a ayudar a los más viejitos y a ser solidarios”, cuenta. El curso se complementa con las clases de primeros auxilios que les da “El Enferboy” Osvaldo Miranda, enfermero. Junto a él hay un bombero del barrio, que explica prevención de incendios. En la página web de Menganno (www.menganno.com.ar) ya se anotaron más de 700 pibes .

A la cueva de este superhéroe suburbano se entra por una puerta corrediza, un “pasadizo secreto” por el que se accede a una cripta iluminada con luces azules. En el centro hay una mesa con una torta y vasos. “Me importa que vengan, ya hicimos varias reuniones y los pibes se acercan y escuchan interesados ”, cuenta Menganno. Cuando empieza la clase se encienden más luces y se instala un pizarrón. Los chicos entusiasmados leen en voz alta estas palabras: “Prometo ayudar a todos y a todas con el poder del amor y la imaginación. Desde ahora que soy chiquito y hasta el infinito”.

A pesar del calor, Menganno no se saca su casco con visor de plástico color amarillo. “Es para preservar mi identidad”, aclara. Sus botas de caña alta con rodilleras son una mezcla de Kiss con jugador de beisbol que se equivocó de cancha.

Es el segundo día de clase y al terminar todos brindan con gaseosas y comen torta. A todos los asistentes se les provee para la reunión de un antifaz y una capa . También se les informa de la campaña contra los juguetes bélicos. “Canjeamos pistolas, cuchillos y espadas por otro tipo de juguetes que no sean agresivos o inciten a la violencia”, explica Silvia, la esposa del superhéroe barrial.

Menganno ¿Por qué hace todo esto? Porque veo mucha violencia. Y esto es una forma de que los pibes reciban consejos que sean de amistad y solidaridad. Ellos se sienten atraídos por mi traje y mi mengannomóvil y esa es una forma de que se acerquen. Todos los chicos tienen la fantasía del superhéroe . Yo estoy para llevarlos por ese camino”.

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